Sí, así. Los ZULIANOS, en mayúsculas, por la fortaleza demostrada en este agotador 2019, año en el que la crisis eléctrica los sigue castigando.
El hijo de este estado no escapó ni en Navidad de los dolorosos bajones ni de los extenuantes cortes (racionamiento). Apenas, el 4 de diciembre volvieron a decirle que iban a administrar la carga en el horario de 6×6, aunque la realidad es otra: de permanecer 6 horas sin luz pasan de largo comunidades enteras.
Aquí, amanecer en vela, dormir en porches y techos de casas, estar ojerosos y quedar varias horas a merced de la plaga se volvió tema de conversación diaria los últimos 9 meses.
Los ZULIANOS sufrieron los inolvidables 5 días sin electricidad, iniciados el 7 de marzo de 2019, con duras pruebas para conseguir dinero y no saber qué comprar para comer y tomar agua. Otros -aplicando lo que llaman resiliencia– cocinaron con carbones o leña.
Los ZULIANOS, por las mismas consecuencias de la crisis eléctrica, pasaron el más apagado de los asuetos de Semana Santa. Se llegó a ver familias enteras escapando a los Andes, Caracas y hasta Puerto Ordaz para «ver luz». Por aquellos días, a Maracaibo regresaron esos «temporadistas» contando con asombro cómo en esos lares de los cajeros salían rápido los billetes que pidieran y que colas no había en ninguna parte para comprar.
Carreteo de agua a millón
Los ZULIANOS, por los largos cortes, se vieron sedientos la mayor parte del año.
Si ya en Maracaibo había zonas sin servicio de agua, en este 2019 vimos cómo urbanizaciones y barrios enteros, de los 4 puntos cardinales, se vieron afectadas por meses y meses.
(Pasó la Navidad, se acerca el año 2020 y crece la angustia de ver transcurrir los días sin el esencial servicio)
El ‘carreteo’ de agua se convirtió en práctica diaria. Por ‘asalto’ eran tomados los sitios donde veían que salía un chorrito. Así fue como para llevar un botellón o media pipa a casa la gente ‘exprimía’ los tubos de iglesias, plazas y cuanta tubería se les cruzara, por ejemplo, al pie la circunvalación Uno.
Sin efectivo…
Los ZULIANOS conocieron los billetes vigentes en 2018 si viajaron a Falcón, Caracas o Valencia. Aquí no llegó la denominación completa y cada vez se hizo más difícil hallar un billetico para pagar, por ejemplo, el pasaje.
Cada dos días, como mínimo, un marabino va a una taquilla de banco a buscar efectivo. Si tiene suerte puede salir con uno de Bs 50 en su cartera.
Los maestros siguen luchando
En las aulas de colegios públicos y privados el reinventarse fue la constante este año. En marzo, los días del mega apagón acortó las clases y llevó a los docentes a aplicar estrategias para no perder el curso del lapso, viendo –entre múltiples problemas—como llegaban los niños afectados por los posteriores cortes nocturnos (y madrugadores) de luz.
Luego, los mismos docentes lanzaron su SOS: el dinero en efectivo se les hizo escaso, como a todos. En sociedades de padres y representantes se diseñaron planes de ayuda para que entre ellos pudieran llevarlos a los planteles, garantizándoles el transporte.
A la par, de los salones de clases siguieron partiendo profesionales a otros países, sumándose a la diáspora que sorprende a América Latina y al mundo entero.
El año de las colas
A LOS ZULIANOS se les fue el año haciendo colas. Las de gasolina fueron una constante desde marzo. Ciudadanos de todas las edades, estratos sociales y sin distingo de género se vieron obligados a pasar extenuantes horas a la espera de una gandola que surtiera a la estación de servicio. Amanecidas y puestas de sol vieron muchos sentados frente al volante.
Sin dejarnos llevar por el pesimismo, todo parece indicar que las colas en las adyacencias de las gasolineras se mantendrán al comienzo y bien entrado enero del 2020.
Por todo esto… los ZULIANOS son, sin duda, los Héroes del 2019.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.