Diputados de la legítima Asamblea Nacional y especialistas coinciden en que una vez que se rescate la democracia en Venezuela, con la salida del régimen de Maduro, es necesario reactivar la industria petrolera para la reconstrucción del país.
Así se desprende del Foro: “El Futuro de la Industria de los Hidrocarburos en Venezuela”, organizado por la Comisión Permanente de Energía y Petróleo de la AN, en el que participaron el presidente de la Junta Administradora Ad-Hoc de Petróleos de Venezuela PDVSA, Horacio Medina, el Director y Profesor Titular del Centro Internacional de Energía y Ambiente del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), Francisco Monaldi y como moderadores los diputados Elías Matta y Luis Stefanelli.
Inició el foro el presidente de la Comisión de Energía y Petróleos de la legítima Asamblea Nacional, el diputado por el estado Zulia Elías Matta, quien destacó en su intervención que la Industria petrolera venezolana, en las dos etapas más importantes de su crecimiento fue con la participación del sector privado. La primera entre el año 1944 y 1959 cuando la producción de petróleo pasó de 492 mil barriles diarios a unos 3 millones 707 mil, la segunda etapa fue entre el año 1988 y 1998 donde la producción se incrementó de un millón 700 a 3 millones 329 mil.
“Lo importante es que en esos dos períodos hubo algo muy en común, la participación activa del sector privado. Mientras que, en las dos etapas de la caída, la primera cuando se nacionalizó y se estaba tratando de levantar una industria, que se logró, pero luego de reponernos de la caída brutal por la salida de las empresas trasnacionales, y esta segunda etapa con la llegada al poder del régimen que destruyó la industria petrolera”.
Recordó lo que ha sido estos 22 años del chavismo, que cuando asumió el poder PDVSA producía 3 millones 329 mil barriles diarios de petróleo y para diciembre del 2020 apenas se producen unos 441 mil barriles, una caída de aproximadamente 2 millones 880 mil, es decir el estado dejó de percibir 77 mil millones de dólares.
“Este es el legado de este régimen, este es el resultado de estos genios que hoy están dirigiendo el país. Ahora Venezuela produce menos petróleo que Brasil y Colombia. Esto ha sido una catástrofe, donde hemos llegado al año 2020 con cero taladros”.
*No se va a cometer el genocidio laboral de 2002-2003*
Seguidamente intervino el presidente de la Junta Administradora Ad-Hoc de Petróleos de Venezuela PDVSA, Horacio Medina, quien indicó que a futuro ve la industria venezolana en un estado de emergencia que hay que atacar con urgencia, una vez que se produzca el cambio político y sea rescatada la institucionalidad del país y su democracia.
A su juicio PDVSA es irrecuperable, pero aclaró que no descarta una empresa estatal. “No debería de ser PDVSA es irrepetible, ese es un sueño que no debemos plantearnos porque eso no va a ocurrir”.
Indicó que hay que concentrarse en la emergencia, dibujar la transición y planificar para el futuro, establecer un plan a mediano plazo de cambios estructurales que se desarrollen en paralelo. Atender la problemática política económica y social del país, considerando la situación actual por la pandemia del COVID-19. Así como declarar la emergencia de los hidrocarburos, establecer un nuevo esquema de mercado en función de la demanda y precios del crudo.
Recomendó que es necesario preparar una declaración de emergencia nacional para el sector hidrocarburo, que permita hacer modificaciones temporales para actuar, como flexibilizar el marco legal de contrataciones, aligerar las cargas impositivas, los pagos parciales por deudas contraídas con empresas privadas de servicios de apoyo.
Subrayó que no se va a cometer el genocidio laboran del año 2002-2003 donde fueron despedidos 23 mil trabajadores de PDVSA. “Eso no va a ocurrir, no habrá despidos masivos de actuales trabajadores. Hay un plan muy bien diseñado para todo aquel que quiera trabajar y contribuir. Habrá algunos personajes que obligatoriamente tendrán que salir”, precisó Medina.
Entre las acciones se prevé reactivar la refinería nacional para abastecer el mercado interno de gasolina, no obstante, hizo la salvedad que en los primero 4 a 5 meses se tendrá que importar combustible, ya se tiene previsto un plan para ello, así mismo considera importante reactivar en corto tiempo el suministro de gas, industrial, para las termoeléctricas y el gas doméstico.
“En esa emergencia también se va a considerar la reactivación de pozos, de campos y aumento de producción. Para ellos se requiere personal capacitado, empresas de servicios privadas, logísticas mantenimiento y contratación de empresas privadas extranjeras”, recalcó Medina.
*El petróleo el alma que va a mover la economía venezolana*
Mientras que el diputado por el estado Falcón Luis Stefanelli, miembro de la Comisión de Energía y Petróleo de la AN, en su intervención sostuvo que el futuro de Venezuela próximo cercano esté atado al desarrollo, a la reactivación y rescate de la Industria petrolera, de lo contrario cualquier gobierno democrático luego de la salida del régimen, va a fracasar.
“No hay otro rubro más claro, más definitivo, más importante, para Venezuela en su futuro económico, social y político que el petróleo, que vuelve a ser el alma que va a mover la economía venezolana”.
Habló sobre la nueva ley Orgánica de Hidrocarburo, en la que se van a establecer nuevos paradigmas, con un nuevo concepto de cómo manejar la industria petrolera y la confianza que deben dar los actores que estarán al frente de las posiciones importantes.
“Es determinante que tengamos un nuevo modelo legal, que destaca como aspecto fundamental que toda la inversión para la reactivación de la industria petrolera va a provenir del sector privado, eso requiere de un gran esfuerzo de cambio de paradigma”, sentenció el diputado Stefanelli.
Indicó que el estado venezolano no tiene límite para asociarse al capital privado, la propiedad del producto es del concesionario del que tienen la potestad en la explotación petrolera. Así mismo se flexibilizan los impuestos, se crean dos instituciones importantes la Agencia venezolana de Hidrocarburos autónomo, y el Instituto Nacional de Gas.
“Esta ley tiene una acumulación de experiencias de participación importante por lo que esperamos que sea el modelo, el proyecto que cubra las necesidades. Tiene un gran reto rescatar a Venezuela, rescatando la industria petrolera de manera eficiente”, precisó el diputado Stefanelli.
*Esta es la gran oportunidad de Venezuela*
Por su parte, Francisco Monaldi director y Profesor Titular del Centro Internacional de Energía y Ambiente del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), aseguró que la transición energética está ocurriendo y va a ocurrir, pero hay una mínima coincidencia que hay una oportunidad importante en la industria de los hidrocarburos.
“Para un país que ha dependido de la Industria Petrolera y que ha sido moldeado por su dependencia por el sector petrolero, para bien durante muchísimo tiempo y en ocasiones para mal, en parte porque nos ha costado muchísimo manejar la volatilidad de los ingresos petroleros, este es un tema absolutamente existencial”.
Indicó que hay dos tiempos que hay que pensar, por un lado, esta es la gran oportunidad de Venezuela. Desde el punto de vista de la economía y de la capacidad de desarrollar planes sociales de infraestructura, conseguir los recursos de los multilaterales, que ven a la industria petrolera en la próxima década como la fuente fundamental de financiamiento de la reconstrucción de Venezuela, a pesar que todas esas instituciones ya no quieren prestar ni un dólar para petróleo y gas.
“Se están moviendo muy agresivamente en el al área de energías renovables, que igual implica que el desarrollo del sector va a tener que ocurrir por la inversión privada”.
Estima que la buena noticia de ese mediano y largo plazo, es que Venezuela tiene una base de recursos impresionante, puede generar una rentabilidad y pagar, porque tiene reservas en campos maduros, convencionales, de la faja que tienen un reto a largo plazo, porque su explotación genera más CO2 que otros hidrocarburos.
“Un reto que podemos utilizar para desplegar otro tipo de tecnologías, aprovechar las nuevas ideas de captura de CO2 y en las próximas décadas desarrollar ese tipo de hidrocarburos. Tenemos mucho gas que va a ser un combustible muy importante en la transición y debemos aprovechar ese potencial, pero no va a generar el mismo tipo de ingresos por exportaciones”.
Aseguró que el país y PDVSA están totalmente quebrados, de manera que todo el desarrollo del sector va a depender en su gran mayoría del capital privado nacional, pero fundamentalmente internacional.
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