Nicolás Maduro ha removido de arriba a abajo su gabinete de ministros para rodearse de los pesos pesados del chavismo. Los grandes ganadores de la crisis desatada tras el megafraude del 28-J son la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, que sigue en su cargo pero que además absorbe el ministerio de Petróleo, y Diosdado Cabello, número dos de la revolución y que regresa al gobierno para hacerse cargo de la represión desde el Ministerio de Interior y Justicia.
«Diosdado sabe mucho de paz, paz», ironizó el «presidente pueblo» mientras «disparaba» con mano derecha en forma de pistola. Y lo hizo hasta en dos ocasiones, para acentuar la importancia del nombramiento del más duro de la revolución.
Cabello comandará el aparato represivo junto al general Vladimir Padrino, quien continúa al frente del Ministerio de Defensa, y del mayor general Iván Hernández Dala, jefe de la Guardia de Honor presidencial y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Con la designación de Delsy Rodríguez en el Ministerio de Petróleo se concreta la victoria de los hermanos Rodríguez, quienes el año pasado convencieron a Maduro para que iniciara la purga interna en la revolución y en el aparato petrolero, que se llevó por delante al entonces vicepresidente Tareck El Aissami.
El otro hombre fuerte del chavismo que ha desembarcado en el gobierno es el hasta ahora gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez. Será desde vicepresidente y responsable de Educación.
Busca forzar el exilio de Edmundo González
Por otro lado, el chavismo mantiene su cerco en Venezuela contra el embajador Edmundo González Urrutia para forzar su exilio y sembrar la desmoralización en el país petrolero. El verdadero ganador de las elecciones presidenciales no acudió ayer a la segunda citación de la Fiscalía General de la República, que pretende «entrevistarle» por su relación con la página web que alberga los resultados electorales, sin especificar si lo hace como testigo, cómplice o acusado.
La Plataforma Unitaria, que reúne a la oposición democrática venezolana, denunció ayer ante el país y ante el mundo el acoso judicial del Ministerio Público, «que busca justificar un mandato de ejecución en contra de nuestro candidato ganador para acentuar su persecución. González Urrutia es perseguido porque el gobierno considera un delito que haya obtenido no menos de ocho millones de votos por voluntad del pueblo venezolano».
Hoy justamente se cumple un mes de la gesta cívica de los venezolanos, que no sólo acudieron en masa a las urnas para otorgarle a Edmundo el 67% de los votos, cuatro millones más que Nicolás Maduro (30%). También casi un millón de personas arroparon a los testigos electorales y defendieron los votos antes de conseguir una copia de las actas, que escondieron, digitalizaron, escanearon y subieron a una base de datos. La publicación de los resultados en menos de 48 horas es precisamente el «delito» que persigue la Fiscalía, porque transcurrido un mes el chavismo no ha exhibido ni un solo acta electoral.
«Habrá justicia»
«Aquí habrá justicia, aquí se acabó la mamadera de gallo, se acabaron los perdones. El que ataque a las instituciones que asuma su responsabilidad, que las instituciones van a asumir la propia. El que ataque a nuestro pueblo que asuma su responsabilidad, ya basta», acusó Diosdado Cabello, número dos de la revolución, tras la primera incomparecencia de González.
«Primero, en términos prácticos, si Edmundo se exilia y sale del país no hay alternativa a que Maduro asuma el poder el 10 de enero. Y segundo, está la moral de las personas, saber que Edmundo se exilia se sentiría como una derrota de la oposición en cuanto a la toma del poder efectivo. Básicamente se enviaría el mensaje de que se perdió esta batalla que tuvo su punto clave el 28J con la jornada electoral. El chavismo ha venido jugando a la desmovilización con la represión y a la desmoralización de la oposición con este acoso a Edmundo», precisó a EL MUNDO el consultor político Luis Peche.
La estrategia seguida por el chavismo contra González recuerda a la desplegada contra Juan Guaidó durante su época como presidente encargado. Hasta 32 veces citó la Fiscalía al dirigente opositor, aunque sólo una por escrito y de forma semioficial. El objetivo era el mismo: que Guaidó se marchara al exilio, tal y como pretende ahora con González.
Finalmente Guaidó huyó de Venezuela casi cuatro años después de su pronunciamiento y cuando había perdido el apoyo de la mayoría opositora. Eso sí, el expresidente encargado salió previamente dos veces de Venezuela para encabezar sendas giras mundiales. Su regreso, por el aeropuerto caraqueño de Maiquetía, sorprendió a las fuerzas revolucionarias.
En las últimas horas se han multiplicado los rumores sobre una salida de González rumbo a España, donde vive su hija pequeña. La gran parte de estos chismes, como los llaman en Venezuela, provienen de altavoces gubernamentales.
Contramanifestación
Cabello aprovechó el ataque contra Edmundo para contraprogramar para hoy una marcha oficialista, un clásico chavista: cuando la oposición sale a la calle, los revolucionarios engrasan su maquinaria oxidada para lucir algún tipo de presencia pública.
Previamente la líder opositora María Corina Machado había convocado al pueblo venezolano a las calles para recordar, un mes después, el histórico triunfo electoral del 28 de julio y para denunciar el posterior fraude electoral, el mayor en la Historia de América Latina.
«Acta mata sentencia, a la calle el 28», es el nuevo grito de guerra de la oposición de cara a esta jornada, marcada por la represión brutal del gobierno. O sea, las actas electorales recuperadas por la oposición, al menos el 83%, que otorgan la victoria electoral al candidato democrático con mejores números incluso que Hugo Chávez, contra la sentencia teledirigida del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el martillo chavista contra la oposición presidido por una oscura concejala chavista.
«La calle inteligente, resiliente, irreverente y consciente. No descansaremos, vamos hasta el final», subrayó Machado, que al igual que González se encuentra al resguardo de la furia bolivariana.
La última protesta de la oposición democrática dio la vuelta al mundo el pasado sábado 17 de agosto: a la convocatoria de la líder opositora se sumaron venezolanos en más de 400 ciudades del planeta, con Caracas, Madrid, Miami, Buenos Aires y Santiago de Chile a la cabeza.
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