«El régimen ha dado muestras de actuar como lo hacen los delincuentes, los terroristas. Prefirió anteponer a un hombre que está siendo investigado en Estados Unidos por siete delitos de lavado de dinero más conspiración, antes que procurar la solución a la crisis de Venezuela». Así lo sostiene Pedro Troconis, presidente de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en el exilio.
Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara
Argumenta que si bien el inicio de un proceso judicial en suelo norteamericano contra el empresario colombiano Alex Saab, señalado de ser el principal testaferro de Nicolás Maduro, no cambia en nada la política nacional, a lo interno representa un duro golpe para el Gobierno y aquellos altos funcionarios que sostienen una red de crimen organizado transaccional, que inició con Hugo Chávez y se fortaleció tras las sanciones internacionales.
«Por acción u omisión, Maduro es responsable de todos los delitos que le imputan a Alex Saab, porque Saab fue el instrumento para tratar de darle legalidad a los dineros corruptos, provenientes del narcotráfico, de las arcas del tesoro que fueron saqueadas», exclamó.
Tras la extradición de Alex Saab, el gobierno de Nicolás Maduro decidió levantarse de la mesa de negociación en México. ¿Esta situación empeora la crisis política venezolana?
El argumento soez del régimen de decir yo no voy a seguir resolviendo el tema político de Venezuela, no voy a seguir trabajando la crisis del país porque me pusieron preso a unos de mis hombres, es un acto criminal. Maduro antepone a una persona que está siendo señalada no sólo por los Estados Unidos, sino por otros países del mundo como un delincuente, antes que al pueblo de Venezuela. En esa mesa de negociación los representantes de régimen nunca acudieron con la seriedad que requiere el país.
¿Salpica el caso Alex Saab las elecciones que se van a desarrollar en Venezuela el 21 de noviembre?
Lo que está sucediendo con Alex Saab no va a perjudicar en nada la política de Venezuela. Todo va a continuar tal cual como va, porque es que a pesar que la Sala Electoral de este Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el exilio dijo que no pueden celebrarse elecciones en Venezuela mientras no haya un CNE imparcial, se cambie el sistema de votación, el sistema de escrutinio, se revisen y depure el Registro Electoral y que el conteo sea netamente manual, vemos que factores políticos de la oposición democrática están yendo a una contienda electoral sin la menor garantía.
Esos políticos de la Mesa de la Unidad Democrática que participan en las elecciones dicen que buscan conquistar espacios y prepararse para un referendo o elecciones presidenciales adelantadas. ¿Acaso eso no es posible?
El pueblo sabe que esas elecciones no son transparentes. ¿Qué cambia en Venezuela tras la elección del 21 de noviembre?, nada, no se van a liberar a los presos políticos, no cambia la pobreza, no soluciona la escasez de gasolina ni dará alimentos al pueblo, ni mejora los ingresos de los venezolanos. Lo que cambia es el estatus de quien hoy se postula como gobernador, que antes no era nadie y puede resultar electo, tener un poder, aun cuando no pueda manejar los recursos de su estado o municipio ni solucionar en nada la situación de los venezolanos.
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