Médicos residentes y especialistas del área de Cirugía del Hospital Alfredo Van Grieken de Coro, estado Falcón, enviaron una carta a las autoridades de salud y al gobernador Víctor Clark, donde describieron las precarias condiciones para ejercer de manera segura la medicina en este centro hospitalario. En el texto indicaron que no cuentan con los elementos de bioseguridad acordes para el personal, ni para el traslado de los pacientes positivos y fallecidos de COVID-19, razón por la cual advirtieron que de no cumplir con los requerimientos mínimos, los galenos renunciarán de forma masiva.
La segunda misiva en menos de dos meses fue dirigida a los doctores Rafael Galíndez, jefe del Departamento de Cirugía, con copia al director del hospital, Douglas Pérez, y a Jesús Osteicochea, secretario de Salud. La carta expone la carencia de equipos de protección -que dijeron la mayoría los tiene, porque los adquirieron por su cuenta-, del personal médico de emergencia de adultos y el área de hospitalización quirúrgica y el que no se estén realizando las pruebas de detención rápida (PDR) a los pacientes quirúrgicos, según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los problemas que plantearon en el escrito está que los quirófanos no cuentan con temperatura acorde para llevar a cabo un procedimiento seguro, por lo que el personal se empapa de sudor durante una cirugía. Además, no cuentan con solución antiséptica para el lavado de manos y del área corporal del paciente y, lo más elemental, no ganan un salario acorde, pues los 2.500.000 bolívares que devengan mensual, equivalente a 8 dólares, no cubre las expectativas.
Consideraron equivocado que el área de traslado de pacientes con COVID-19 que ameritan manejo en la Unidad Cuidados Intensivos sea la misma aprovechada por personal y pacientes quirúrgicos, situación que hace que las superficies de exposición al virus sean mayores.
La insuficiencia del material sanitario necesario en el área de quirófano los ha obligado a adquirirlos de manera personal, contando con el apoyo económico de familiares de los pacientes a quienes deben intervenir quirúrgicamente de emergencia. Gorros y monos quirúrgicos descartables, cubrebotas, tapabocas, bata quirúrgica estéril y lápiz de electro bisturí son los insumos que familias de quienes se operan compran para el equipo médico.
Ante las denuncias formuladas, los médicos hicieron exigencias puntuales:
- Traslado inmediato del servicio de cirugía del Hospital General Dr. Alfredo Van Grieken a otro centro en Coro, que cuente con espacio adecuado y funcional, incluyendo emergencia, quirófano y hospitalización.
- El despistaje, a través de la Prueba de Detección Rápida (PDR), a todos los pacientes quirúrgicos.
- Garantizar equipos de protección personal acorde al área y riesgo de exposición que presente el personal, si el paciente es COVID positivo o no.
- Garantizar todo material médico quirúrgico a los pacientes para poder atender las cirugías de emergencia.
- Garantizar un sueldo o bonificación adaptadas a la realidad inflacionaria actual y garantizar al personal de guardia, durante las 24 horas, las tres comidas principales.
Estas mismas peticiones fueron hechas en una primera misiva el pasado 19 de junio, por lo que ante la falta de respuestas de las autoridades regionales manifestaron que de no cumplirse en esta oportunidad sus requerimientos en un plazo de cinco días-, el resultado sería la renuncia inmediata, en conjunto, de los residentes y cirujanos adjuntos del área de Cirugía General del centro centinela de Coro.
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