El segundo día de venta de gasolina en Venezuela a 0,50 dólares el litro se inició con retraso y enormes colas en todas las estaciones de servicio, constataron periodistas en Caracas. La escasez del combustible tiende a mantenerse, en un país cuyo sistema de refino está quebrado y que no tiene moneda dura para pagar importaciones en el mercado internacional.
El segundo día de reapertura del mercado de gasolina demuestra que la aguda escasez del combustible persiste en toda Venezuela y pone en riesgo un ambicioso plan lanzado por el régimen de Nicolás Maduro con la promesa de normalizar el suministro.
Pasada la media mañana del martes 2 de junio, no había comenzado la venta del combustible en la mayoría de las estaciones de servicio. Enormes filas ocupaban varias manzanas en los alrededores de estos establecimientos en Caracas, constataron periodistas, reportaron testigos vía telefónica y comentaron usuarios de las redes sociales.
A lo largo del día se fueron multiplicando las quejas y protestas. Decenas de personas estaban irritadas por la dificultad para conseguir el combustible. En Caracas, algunas estaciones, de manera intempestiva, se cambiaron para la modalidad dolarizada, desatando la ira de conductores que llevaban horas a la espera y que no disponían de divisas.
En las redes sociales se posicionó la etiqueta #NoHayGasolina, con la cual el público denunciaba el fraude colectivo con el combustible y reclamaba por la escasez evidente.
En los últimos días, Maduro y sus colaboradores más cercanos insistieron en que el nuevo mecanismo normalizará el suministro. Prometieron que las gasolineras funcionarán entre cinco de la mañana y cinco de la tarde y que todo el mundo podrá adquirir la gasolina que necesite.