Falleció en la población de Alicante, en la Comunidad Valenciana, España. Murió, según la prensa ibérica, después de presentar síntomas similares a los de Covid-19 y cinco días con fuertes cuadros de fiebre.
Aunque tanto el hombre como su hijo, Gabriel Orozco, llamaron varias veces a emergencias para reportar el caso, nunca fueron atendidos.
Gabriel, quien reside en Inglaterra, señaló al diario local Información que su padre llamó al servicio de emergencias cuando comenzó a presentar fiebre el 15 de marzo, pero le recetaron paracetamol y le indicaron que médicos de la Sanidad le visitarían en 48 horas, algo que no ocurrió.
A pesar de las reiteradas llamadas, no obtuvieron respuesta de las autoridades, llegando incluso a acudir a una médica privada cuando ya el paciente se encontraba agonizante, pero ya era demasiado tarde, reseña Crónicas de Chile.
Lo de mi padre es una negligencia y el claro ejemplo de que el sistema no tiene capacidad de respuesta”, señala Gabriel, quien denunció que una oportunidad llamó a un centro de salud, el cual le respondió que no llevara a su padre sino que llamara al número de teléfono dispuesto para casos de coronavirus, el cual nunca cayó. “Han dejado morir a mi padre como un perro”, lamentó.
Igualmente, el proceso de levantamiento del cuerpo duró más de cuatro horas porque ningún médico acudió a certificar la defunción, a pesar de que Orozco residía cerca del Centro de Salud Santa Faz. Al final, tuvieron que trasladarlo al hospital Sant Joan para la certificación, acompañados de funcionario de la Policía Nacional y Judicial.
La funeraria encargada debió tomar medidas extras de seguridad para el traslado, aunque nunca se pudo comprobar realmente si la causa de muerte fue el coronavirus. Sanidad revelará en las próximas 24 horas si hay presencia del virus en el cuerpo, mientras tanto, familiares del difunto permanecen en la casa en cuarentena.
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