El animador y publicista Gilberto Correa denunció que el Ministerio Público actúa de manera “incongruente” en el juicio abierto contra Mariana Tania Giammarco Yanni, la mujer que presuntamente intentó asesinarlo.
Por Últimas Noticias
En concreto, Gilberto Correa señaló a través de un video que el Ministerio Público no promovió a ninguno de los ocho testigos que él sugirió para probar durante el juicio que efectivamente Mariana Giammarco quería liquidarlo paulatinamente.
“El Ministro Publicó uso estos testigos para realizar la acusación Fiscal, pero sin ser promovidos al juicio oral y público, causando una incongruencia procesal, así como un daño en mi condición de víctima. ¿Cómo no van a promover a ninguno de mis testigos? No entiendo”, se preguntó Correa, luego de enterarse del asunto.
El juicio contra Mariana Giammarco, acusada de homicidio intencional en grado de tentativa, comenzó el pasado martes 4 de abril en el Tribunal 18° de Juicio de Caracas a cargo de Ghilda Molina Carrillo.
“¿Cómo no se va a promover ninguno de mis medios de prueba, ni mis ocho testigos? Es como ir a la guerra sin armas”, criticó el animador de Sábado Sensacional, programa estelar de Venevisión.
A esa ristra de interrogantes, Correa le agrega que “¿cómo el tribunal de control en la audiencia preliminar admitió tres testigos de la acusada que no tienen nada que ver con mi caso?”.
Entre esos testigos que llevará Mariana Giammarco para que la defiendan, figura Karina Correa, la hija de Gilberto Correa, situación que éste cuestionó.
“Hasta mi propia hija que tiene más de 15 años que no viene a Venezuela y cortó toda relación conmigo y manutención porque le denuncie a su empleada”, dijo aludiendo a Mariana Giammarco.
Efectivamente, desde el año 2021, la hija de Gilberto Correa contrató a Mariana Giammarco para que se encargara de la atención de su padre, debido a que éste se había divorciado y presentaba un Párkinson causante de su afección en las cuerdas vocales y parte motora. Por todo ese trabajo, Giammarco cobraría 100 mil dólares y una camioneta, reveló Correa.
“Hablé con mi hija y me dijo que era un mal necesario, que ella no podía ayudarme por no estar en el país, que ella no era juez y nunca la despidió. Le pedí a mis abogados que no declararan públicamente sobre el tema y no querellarse por razones familiares contra mi hija, que dejáramos todo en manos del Ministerio Público y los órganos auxiliares como el Cicpc”, relató Correa.
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