Baja de popularidad de algunos mandatarios regionales y locales, poco respaldo de UBCH y las pugnas internas entre grupos de poder dentro del partido salieron a la luz en el proceso de postulaciones del pasado 27 de junio con miras a las primarias del próximo ocho de agosto.
El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se aproxima a sus elecciones primarias del 8 de agosto para escoger a sus candidatos a gobernadores, alcaldes, legisladores estadales y concejales, y lo hace luego de una tumultuosa jornada de postulaciones por parte de las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCH) en la que quedaron al descubierto las diferentes fuerzas que pugnan por el control de la organización.
Dirigentes “históricos” quedaron sin chance de optar a un cargo de elección popular en los próximos comicios regionales y locales mientras tres gobernadores fueron dejados sin opción por las normas adoptadas por la Dirección Nacional, aunque es en las alcaldías donde se nota más el proceso de cambio y aparente renovación de los cuadros del PSUV, pues el 70% de los alcaldes con los que cuenta el partido no podrá buscar la reelección.
Para el proceso de postulaciones confluyeron cuatro factores que propiciaron las trifulcas: denuncias de irregularidades y compra de votos que fueron divulgados a través de redes sociales, con videos grabados por los propios chavistas; el rechazo de algunas UBCH hacia algunos mandatarios locales y regionales; la baja popularidad de algunos gobernadores y alcaldes; y las pugnas entre las diferentes corrientes del PSUV.
Baja de popularidad incidió en primarias
Un caso emblemático de lo que ocurre en el PSUV es el de la alcaldía del municipio Libertador, donde la actual alcaldesa, Érika Farías, se quedó sin poder optar a la reelección. Por una parte, Farías mantenía una popularidad muy baja, donde una encuestadora le confería 66% de rechazo, y eso la convertía en una posible derrotada en los comicios del 21 de noviembre, mientras que igualmente había descontento en las bases del partido hacia su gestión.
No obstante, su caso también demuestra las competencias entre grupos a lo interno del PSUV, dos nombres figuran entre los postulados que cuentan con mayor oportunidad para formar parte del grupo de abanderados del partido: la almirante Carmen Meléndez y Jacqueline Faría.
Meléndez forma parte del círculo más cercano a Nicolás Maduro, fue ministra de la Defensa y de la Secretaría de la Presidencia, mientras que Faría, actual jefa de la misión Venezuela Bella, es cercana al actual presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez y a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, dos cuadros con bastante poder dentro del partido.
Dirigentes históricos relegados para primarias
Otros casos donde se revelan esas competencias internas por tener mayor control en el partido son los de dirigentes “históricos”, como Elías Jaua y Francisco Arias Cárdenas.
Jaua fue muy cercano a Hugo Chávez, en cuya gestión llegó a desempeñarse en varios ministerios y en la Vicepresidencia. Nicolás Maduro lo sacó del Ministerio de Educación y desde entonces Jaua ha sido crítico de su gestión. Algunas bases lo postularon como precandidato a la gobernación del estado Miranda, pero la Dirección Nacional del partido le negó el permiso a participar en las primarias.
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