Polémica y enérgica, María Corina Machado es una figura clave de la oposición, que no duda al afirmar que “es inaceptable que el alto mando militar corrupto forme parte de un gobierno de transición”.
Por Alejandro Hernández / La Gran Aldea
No cree en las negociaciones a espaldas del país ni en la construcción de espacios que le den oxígeno a Nicolás Maduro. Desde Vente Venezuela sigue de cerca el acontecer nacional y asegura que ‘el régimen intenta hacer ver que aquí todo el mundo es corrupto, narco y ladrón, para hundirnos en el barrial asqueroso y relativizar sus delitos, lo cual es mentira e inaceptable’. Ante la interrogante de cuál es la solución, que es la pregunta que se hacen todos los venezolanos día a día, plantea que ‘es necesario socavar las columnas que sostienen al régimen, que son la represión, la propaganda y el financiamiento criminal’.
-¿Cuál es su opinión sobre las recientes decisiones del régimen de Nicolás Maduro de ocupar empresas de alimentos y de controlar precios sobre distintos rubros?
-Eso es un ataque contra la propiedad privada y contra las pocas empresas que quedan produciendo en el país, pero era previsible. Los sistemas totalitarios, ante eventos impredecibles como esta pandemia, reaccionan buscando profundizar el control que tienen sobre la sociedad, y lo hacen en tres planos: En el de la información, en el de las libertades y en el económico. En este momento la dictadura está acorralada y sistemas como el de los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) están fallando enormemente, lo que ha generado descontento social en zonas que eran altamente dependientes de estos mecanismos compensatorios. Por eso era inevitable que fueran a tomar el control de estas compañías que sí producen.
-Hemos visto empresarios muy importantes que han decidido aliarse con el régimen para poder subsistir.
-Convivir con el régimen significa comprometer tus valores. Esta lucha es existencial, porque, literalmente, es de vida o muerte. Aquí mataron al concejal Fernando Albán, al productor Franklin Brito y a cientos más. Al final, es una batalla que involucra riesgos: Te quitan tu empresa, tu casa, te cierran tu medio, persiguen a tu familia, te torturan; es una cosa monumental lo que enfrentamos, pero aquí no hay punto medio. Quizá algunos empresarios en su desesperación por mantener algún grado de control sobre sus instalaciones buscan algún tipo de aproximación con la dictadura, pero esto no tiene vuelta atrás. Ahora mismo el régimen no es fiable ni siquiera para sus propios aliados.
-¿Por qué usted piensa que esto no tiene vuelta atrás?
-Entender la naturaleza del régimen es fundamental para desmontarlo, si esto fuera una dictadura convencional ya habría caído, pero esto es otra cosa, tienen unos cómplices internacionales que hacen de esta estructura un conglomerado criminal, narcotraficante y terrorista, que hace inviable la subsistencia en Venezuela de cualquier sector. Por eso la única opción es enfrentarlo con toda la fuerza y consecuencias que ello implica.
“La mayor pandemia que padece Venezuela es el socialismo. Y así termina el socialismo, en hambre, violencia, en separación y destrucción de las familias”
-¿Qué opina de la propuesta del secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo?
-En ese planteamiento hay muchos elementos que nosotros suscribimos, como la amplitud hacia la sociedad venezolana y la profundidad de las acciones que debe realizar un proceso de transición, para poder llegar a unas elecciones limpias, que deben tener lugar en un plazo no mayor a 12 meses. Pero también hay dos elementos con los que diferimos. El primero es que el alto mando militar continué en el poder y sea parte del gobierno de transición, eso es inaceptable; ni tampoco individuos involucrados en crímenes como violación de Derechos Humanos, narcotráfico, terrorismo o corrupción. La transición debe tener una dimensión ética muy firme.
-Y sin involucrar a este tipo de personas que usted describe, ¿es posible hacer una negociación con el régimen de Maduro?
-Es que si en el proceso de transición tienes individuos directamente involucrados en crímenes y con enormes fortunas, no habrá interés alguno en recuperar la soberanía nacional y el control territorial, porque esto implicaría combatir y desalojar a sus propios cómplices. Así como tampoco se podría construir un Estado de derecho que tenga una justicia autónoma, porque los juzgaría a ellos mismos. Además, estos individuos generan un grave problema de incentivos en las estructuras de la Fuerza Armada y de otros sectores, como los cuerpos policiales; ya que ningún capitán, teniente o mayor va a asumir ningún riesgo por devolver la democracia a Venezuela, si sabe que ese alto mando corrupto va a permanecer intocable.
-Pero si se materializa la propuesta de Pompeo no haría falta ninguna reacción de los mandos medios de la Fuerza Armada.
-Aquí hay un sistema de mafias y los jefes de esas mafias están siendo objeto de imputaciones y sanciones; creer que van a deslindarse de este régimen, a mi modo de ver, es ingenuo.
Lo bueno, lo malo y lo feo
En la lucha democrática en Venezuela no todo ha sido acertado. Machado es capaz de hacer una mirada crítica de lo propio y de lo ajeno, incluso reconoce que le costó mucho decir que esto es una guerra contra un sistema criminal terrorista, lo que hace más complejo todo el proceso.
-Vamos a cumplir un año de los sucesos del 30 de abril, ¿cuál es su lectura de lo ocurrido ese día?
-La información que manejo es pública, pero muchos sentimos que hubo un manejo oscuro e indebido en varios aspectos; sin embargo, no tengo los insumos necesarios para poder hacer una evaluación del evento. Pero sí exijo y espero que se conozca todo lo que pasó. Mi impresión es que, inevitablemente, ese esquema iba a fracasar porque estaban involucrados testaferros, violadores de Derechos Humanos y otras redes criminales de la dictadura. No había disposición real para que ese proceso derivara en una transición como lo exige el país.
-¿Por qué no se ha podido lograr una verdadera ruptura del sector militar con el régimen de Maduro?
-Nosotros estamos entendiendo mal a la Fuerza Armada. Esa institución está en proceso de dilución y ha sufrido una penetración muy profunda por parte de la inteligencia cubana que, con tecnología rusa, ha generado un sistema de terror. Los eventos de persecución y tortura a militares, que se han perpetrado en estos tiempos, no tienen precedentes en la historia venezolana. Yo considero que no se ha logrado el desalojo de la tiranía porque se ha creído que su soporte es sólo la institución castrense y, por el contrario, aquí existe un complejo entramado de relaciones con agentes internos y externos que le transmiten a Maduro que lo único que hay que hacer es resistir al costo que sea.
-Y entonces ¿cuál es la solución?
-Al régimen le quedan tres pilares de apoyo: La represión, la propaganda y el financiamiento criminal; hay que socavar estas columnas y construir una amenaza creíble e inminente que lleve a los jerarcas de la dictadura a decir no tengo opción, me rindo.
“Cuando dicen que dejemos que Nicolás Maduro sea candidato, (…) reacciono con vehemencia, porque se estaría dejando de lado a la justicia. Antes de una reconciliación en Venezuela, tiene que haber justicia”
María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela
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