“El jefe de las FARC en Apure no es Ferley, es Arturo”, le dice a Infobae un colaborador del Décimo Frente de las FARC, la disidencia de la guerrilla al mando de Gentil Duarte. Explica que las autoridades militares de Venezuela saben desde hace mucho tiempo cómo se mueve la guerrilla en el municipio Páez, tenían contacto con los jefes, se resolvían problemas mutuos. “No tienes idea la cantidad de veces que se comunicaban y los negocios que existían con muchos de ellos. Todo funcionó bien hasta que al general Cumare se le ocurrió atacar el campamento de Ferley, porque tenían problemas por el negocio en la zona”.
Por Sebastiana Barráez | Infobae
En diciembre pasado decidió irse apartando de la organización guerrillera. “Yo sentía que la situación ya no era la misma desde que en el gobierno de Maduro empezaron los distanciamientos de ciertos personajes por el surgimiento de la Segunda Marquetalia, que le abrieron las puertas a las ambiciones de quienes querían el control de los negocios en la zona”.
Asevera que “la excusa fue que el Batallón de Caribes del Ejército iba a establecer su sede en la finca que expropió un juez militar, pero en esa finca es donde estaba el campamento de Ferley en el territorio venezolano, aunque él del lado colombiano tiene propiedades, droguerías, casas y vehículos”.
Ferley estuvo de bajo perfil, aunque en Apure, sobre todo en el municipio Páez era bastante conocido. “Siempre andaba como con 18 escoltas de confianza, una caravana de por lo menos cuatro vehículos”.
Ante la pregunta de si ese campamento que ocupaba alias Ferley se encontraba cerca de donde se refugiaba Jorge Eliécer Jiménez Martínez alias Arturo, responde “ese estaba en otra finca, pero retirada de la primera, ahí se llevaban a los reclutas que estaban siendo entrenados, tanto los de Apure como de Táchira, aunque ya se estaba estableciendo una base propia en Táchira al mando de alias William”.
El 19 de septiembre 2020, en un hecho nunca explicado por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), pero que tuvo la participación del General de División (Ej) Robinson José Vera Cumare, quienes meses antes había sido nombrado jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) Apure, las disidencias de las FARC mataron a cuatro militares venezolanos: Sgt (Ej) Gabriel Alexander Pérez Silva, Sgt (Ej) Reiber David Chirino Reyes, 1Tte (Av) Augusto David Linares Delgado, Tte (Av) Miguel Ángel Mora García. Aunque la FANB habló de guerrilleros muertos no se llegó a saber cuántos ni quienes fueron.
“Ese día el general Vera Cumare le cayó a Ferley en la finca. Uno de los integrantes de las FARC fue a abrir el portón para que ingresara la caravana del Ejército ya que se consideraba eran aliados. El general Cumare, con una ráfaga de balas mató al muchacho, y eso causó la respuesta armada del anillo de seguridad de Ferley, quienes asesinaron a los militares venezolanos”.
La excusa
“Le puedo asegurar que ese día solo hubo cinco muertos, los 4 militares y el muchacho de las FARC que abrió el portón. Lo demás fue solo cuento. ¿Por qué el general hizo eso? Porque se molestó con Ferley porque este estaba negociando vacas preñadas, como llaman a las que van llenas de droga, y no le reportaba dinero a él”. “Después, cuando Ferley quiso buscarle explicación a la actuación del general Cumare, se enteró que éste había hecho un trato con un General de Colombia para entregarle a Ferley y a Francisco Alvarado, hermano del exgobernador de Arauca Ricardo Alvarado Bestene, que estaba secuestrado en la finca esa donde vivía Ferley en Apure”.
Agrega el ex colaborador de las disidencias de las FARC que “creo que el general Vera Cumare estaba muy seguro de que, en Caracas, el alto mando, le iba a creer la versión de que Ferley tenía laboratorios de droga. Lo que él no sabía es que Ferley tenía entonces contacto directo con una ministra cercana a Cilia Flores, a altos funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y otro alto del gobierno a quien Ferley le dice ‘padrino’, pero no es el Ministro de la Defensa, es alguien con voz de persona mucho mayor”.
En una entrevista que la revista Semana de Colombia le hace a quien fue carcelera del coronel colombiano Pedro Pérez, secuestrado por las FARC, ella revela que la muerte de alias El Cherry (entre Táchira y Apure el 30 de diciembre 2022) fue el detonante de la guerra entre el ELN y las FARC, que se ha extendido a ambos lados de la línea fronteriza.
“Eso es así -confirma el ex colaborador de las FARC en la conversación con Infobae- porque al matar a El Cherry se desataron los temores que siempre hubo entre ambos grupos de traicionarse. Las FARC como el ELN llevan años en guerra, son ejércitos en constante entrenamiento, se conocen los movimientos y aplican la guerra de guerrillas”.
“Desde que en marzo y abril ocurrió lo de Apure con el Ejército venezolano, eso se veía venir, porque Ferley y Arturo jamás pensaron que los iban a atacar así. Durante esos días hubo más reuniones que combates, llamaron a muchas personas en Caracas, algunas contestaban y hasta enviaron emisarios a la zona, pero otras apagaron o bloquearon los teléfonos. Algunos de los que prometieron interceder nunca llegaron”.
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