Expertos han emprendido una campaña para hablar abiertamente de la muerte por suicidio como un problema de salud pública, debido al incremento de casos durante la pandemia. En el Zulia, uno de los estados más afectados por la crisis, cada 10 días alguien se quita la vida por síntomas asociados a la depresión y disminución en la calidad de vida. Los casos más recientes son de jóvenes entre 15 y 35 años de edad.
Maracaibo. Según los registros obtenidos por el Observatorio Venezolano de Violencia, la tasa de suicidios en el estado Zulia es la más alta del país. Cada 10 días una persona se quita la vida en la entidad y esta cifra tiende a subir, pues en el primer semestre de 2020 se registraron, aproximadamente, 94 suicidios en el país, la mayoría luego del inicio de la cuarentena por COVID-19.
La crisis económica y social que enfrenta Venezuela ha elevado los casos, convirtiendo el fenómeno en un problema de salud pública mental, según hace referencia la fundación zuliana Rehabilitarte.
Víctor Coronado, psicólogo, advierte las razones por las que alguien decide quitarse la vida. Entre muchas, destaca una situación de vida que resulta insostenible en el momento y no se percibe ninguna otra salida o forma de modificarla.
“En el curso de una emergencia humanitaria compleja se incrementa la desesperanza y la posibilidad de ver alternativas, por ende, es de esperarse un aumento de estos índices”, explicó.
Para la fundación Rehabilitarte, el suicidio representa una desesperada línea de ayuda y asistencia ante la imposibilidad de la persona de salir de la situación en la que se encuentra.
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