La economía de Venezuela cayó 7 por ciento en primer semestre de 2023. Esto, según el reciente informe del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF). Inflación, caída del poder adquisitivo y desmejora en la calidad de vida son algunas de las consecuencias nada nuevas para los ciudadanos de ese país.
El Tiempo | Ana María Rodríguez
A pocos les sorprende este nuevo ciclo de recesión, que era de esperarse, pues la “recuperación” que vivió el país hace unos meses no estuvo acompañada de políticas macroeconómicas que permitieran las sostenibilidad de las mejoras. Estas son algunas claves para entender lo que sucede y cómo impacta a Colombia.
Lo primero es que la literatura económica explica que, básicamente, dos trimestres consecutivos de contracción, técnicamente llevan a un ciclo oficial de recesión, que es lo que ha sucedido. En el primer trimestre la economía se contrajo 7,6 por ciento y en el segundo 6,3 por ciento.
“Venezuela viene de siete años de recesión entre el 2014 y el 2020, período que se contrajo 76 por ciento. Ahora, después de dos años del ligero crecimiento, mostrar una nueva recepción es muy preocupante”, le dice a EL TIEMPO el economista de la Universidad Central de Venezuela y profesor de la IE Business School de Madrid, José Manuel Puente.
La preocupación que expone Puente va relacionada a que son los ciudadanos los que siente más fuerte esta caída económica, que según los mismos datos del OVF, dejó una inflación de 8,5 por ciento para el mes de junio, nada amigable con un salario de 5 dólares al mes para los empleados públicos y pensionados.
Puente explica que son varios los factores que llevaron a esta nueva recesión. La caída de los ingresos petroleros es una de ellas, pero ¿cómo se explica si hay más producción? En efecto sí, pero el barril de petróleo no supera los 100 dólares a la venta.
La estadounidense Chevron aporta 125.000 barriles a los 735.000 de producción total, pero hubo una caída en este periodo del precio de la cesta petrolera venezolana merey, entonces el ingreso del año fue menor al del primer semestre del 2022.
“Eso es un factor clave. El petróleo sigue siendo la variable clave y arrastra en positivo o negativo a la economía”, resalta Puente.
El segundo factor en la aparición de la recesión es el incremento del ciclo inflacionario. La inflación anualizada ronda el 400 por ciento y eso golpeó fuertemente los salarios, “y evidentemente ante la caída de la capacidad de compra hay una caída en las ventas de las empresas y a nivel de actividad económica. Eso es un factor que también influyó”.
También hubo una menor recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y se contrajo el gasto público. Todos estos factores siguen posicionando al país con la inflación más alta del mundo.
Dólar frente al bolívar
Para finales de año, las previsiones no son las más alentadoras. En este momento la tasa de cambio se ubica en 29,31 bolívares por dólar y los cálculos indican que al cerrar 2023 la tasa “debería estar sobre 67 y 70 bolívares por dólar”, así lo considera Puente.
El académico considera que “Venezuela va a seguir viviendo en los próximos 10, 12, 14, meses un ciclo de alta y persistente devaluación y persistente inflación”.
El impacto en Colombia
Una crisis aguda de la economía se traduce en venezolanos buscando mejoras en otros países, que por lo general terminan en Colombia, que alberga ya a más de un millón de inmigrantes.
Pero también hay consecuencias en la balanza comercial. Debido a que Colombia fue un socio importante en los últimos años (excluyendo a Estados Unidos y la compra de petróleo) y esa relación se ha venido retomando progresivamente.
En el último año y medio ha habido una mejoría ligera de los patrones de consumo y por supuesto. “Si Venezuela cae en un ciclo recesivo con alta inflación obviamente los patrones de consumo van a caer y eso también tiene consecuencias sobre la economía colombiana”, puntualiza Puente.
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