Pese a que Nicolás Maduro incluyó a los hoteles y posadas en la flexibilización, la crisis continuará arropando a quienes pertenecen a este sector.
Maryerlin Villanueva | La Prensa de Táchira.
Y es que la frontera cerrada y falta de movilización de autobuses hacía el interior del país, limita que estos establecimientos puedan albergar huéspedes, y así generar ingresos para poder sostenerse en medio de la pandemia por el Covid-19.
Son numerosas las posadas en el estado Táchira y especialmente en San Cristóbal, quienes vieron con beneplácito la medida, sin embargo, son conscientes que una semana de trabajo y otra no debido a la cuarentena radical, no les dará mayor beneficio.
Es así como lo confirma Jorge Coronel, dueño de la posada La Coronela, quien indicó que este sitio se sostenía de las mujeres que provenían del vecino país para realizarse cirugías en centros privados de la ciudad.
Comentó que mensualmente podía albergar hasta más de 26 personas, hoy día, la cifra no supera ni tres, esto por el cierre de los puentes internacionales y la falta de combustible en todo el estado.
«Para nadie es un secreto que dependemos del mercado colombiano y poco del centro del país, ahora, no hay paso ni por la trocha, por lo cual se nos cerró este mercado» dijo.
Indicó que ante la llegada del virus ha sobrevivido de los ahorros, al no poder prestar los servicios debido a las medidas anunciadas por el Gobierno nacional para frenar la expansión de la enfermedad.
«Nosotros esperamos que la situación mejore, porque somos un sector que vive del turismo y que necesita poder trabajar para mantener las nóminas» indicó.
Ante la falta de clientes, tuvo que adecuar un espacio que sirviera como salón de usos múltiples, para aquellas personas que quieran dictar charlas o cursos.
Adecuación
Mónica Rincón, gerente operativa de la posada Rincón Tachirense dijo que para este martes, iniciará una adecuación de las habitaciones, a las cuales se le establecerá algunas medidas de bioseguridad.
El lugar cuenta con los protocolos establecidos, sin embargo, alertó que serán reforzados para prevenir cualquier contagio con la llegada de huéspedes.
«Vamos a iniciarnos logísticamente, cómo será la entrada de la personas y demás, pues por ahora, hemos solo trabajado con el área de restaurante, y delivery» apuntó.
La toma de temperatura, desinfección y uso de implementos de bioseguridad por el personal es evidente, pero con la flexibilización para hospedaje espera fortalecer los protocolos.
«Tenemos nueve habitaciones de diversos tipos, triples o matrimoniales, y pues estamos evaluando la nueva forma de trabajar» expresó.
Destacó que la mayoría de clientes con los que venían trabajando, formaban parte de empresas a nivel nacional que arriban a la región para asuntos de negocios.
«Somos cuidadosos a la hora de recibir personas, pues se desconoce su procedencia, y pues para ello se tendrá establecido ciertos protocolos» acotó.
Una semana de trabajo sí y otra no, consideró que no es la adecuada para este sector, pues para ello, debe activarse la flota vehicular hacia el interior del país.
A medias
La recepcionista de la posada Pie de Monte, María Fernanda Galviz, explicó que este establecimiento que cuenta con nueve habitaciones viene trabajando a media máquina, pues no permiten que el lugar este ocupado en su totalidad.
«En este momento contamos con una delegación de Acnur, quien está hospedado y con ellos hemos podido subsistir ya que los eventos, cumpleaños y uso de piscina está prohibido» agregó.
Son numerosas las personas que piden hospedarse, pero en cumplimiento de las medidas del Gobierno se niegan a prestar el servicio.
«No se está alquilando a particulares, y pues siempre se está buscando la manera de poder mantenernos, pues ha disminuido mucho la actividad dentro de la posada» concluyó.
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