Vivir en el estado Zulia implica una serie de sacrificios para toda una familia. Si ya es complicado alimentar a una persona en medio de la crisis eléctrica, las escasez y los altos precios, mantener a una mascota sana en este contexto es prácticamente imposible.
No obstante el amor por los animales se impone sobre la adversidad y no es para menos, porque son parte del entorno hogareño y a la familian nunca se le abandona.
El portal voanoticias.comconversó con varios zulianos sobre cómo han hecho para cuidar a sus animalitos.
Beatriz Camacho y sus hermanas gastan entre 40 y 50 dólares al mes alimentando y cuidando la salud de su perrita, Blanca.
La joven estudiante de Arquitectura de 28 años y habitante del conjunto habitacional, decidió acogerla en su hogar en abril del año pasado en plena ebullición de la crisis económica, asumiendo sus gastos de vacunación, esterilización y alimentación.
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Beatriz gastó solo esta semana cinco dólares en gotas para tratar una enfermedad de piel de Blanca y otros cuatro dólares en una pastilla para desparasitarla.
“Se pueden gastar en ella unos 40 o 50 dólares mensuales”, comenta. El salario mínimo mensual en Venezuela es de 150.000 bolívares o el equivalente a 7,5 dólares.
La joven y sus tres hermanas, quienes migraron a Argentina años atrás, suman fuerzas para mantener a Blanca.
El precio de cuatro kilos de comida de perro en Venezuela ronda los 300.000 bolívares, alrededor de 15 dólares o dos sueldos mínimos al mes. Un solo kilo de alimento para gato puede costar 114.000 bolívares.
Pese a este escenario se niegan a dar en adopción o, peor aún abandonar su mascota a su suerte.
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