Nicolás Maduro está solo. Los líderes de Suramérica coordinan juntos la pandemia y lo ignoran. Pide dinero al FMI y se lo rechaza. Los aliados tampoco le extienden el financiamiento. Lo presiona EEUU. Lo presiona Guaidó. Lo presiona hasta Rusia que inició la crisis del petróleo con Arabia Saudita. Ahora sólo le queda la Fuerza Armada.
Daniel Gómez / ALnavío
Nicolás Maduro es consciente de que el coronavirus es una seria amenaza para Venezuela. La crisis desatada por la pandemia trasciende lo sanitario. El colapso es también económico, financiero y petrolero. Esto último le afecta especialmente. El crudo es el ingreso principal del régimen, y está en horas bajas luego de que este jueves el barril cotizara cerca de los 20 dólares. Y es que al régimen se le acumulan los problemas:
– Maduro reconoció que el precio del barril venezolano está por debajo de los costos de producción.
– También constató que no tiene quien le preste dinero.
– El FMI le negó los 5.000 millones de dólares que solicitó por no ser un presidente reconocido.
– Rusia firma un acuerdo aeroespacial con Maduro, pero no le brinda financiación.
– Maduro espera que China le suminsitre material clínico-sanitario, pero no dinero.
– A Rusia le debe 3.000 millones de dólares y a China más de 20.000 millones.
– Las ayudas del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, también las tiene bloqueadas.
– Si bien la CAF lo reconoce presidente, la entidad montó una operación con las acciones de Venezuelapara pagar 1.500 millones de dólares de deuda y netear 300 millones de dólares.
A estas alturas Maduro también es consciente de que está solo. Más allá de que nadie le presta dinero, en Suramérica ningún mandatario lo tiene en cuenta.
Este miércoles los presidentes de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Bolivia realizaron una reunión telemática para coordinar el coronavirus a nivel regional. La segunda que hacen en una semana, pues el lunes mantuvieron otra videoconferencia en la que también participaron los mandatarios de Argentina y Uruguay.
Ahora Maduro debe sentirse solo. Por ejemplo, porque el gobierno de Colombia no le descuelga el teléfono. Porque el presidente Iván Duque -al que ha insultado llamándolo “imbécil”, “cerdito Porky”, “obtuso”, “bruto”- lo ignora.
Madurorecurre a lo único que lo sostiene en el poder. La Fuerza Armada. El Alto Mando. El general Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, el hombre que hoy dirige la “cuarentena radical y social” impuesta en Venezuela. Y es que el cerco total del país es lo único que le queda a Maduro para evitar lo peor de la pandemia. El país se quedó sin sistema de salud, sin hospitales, sin médicos, sin camas, sin medicamentos, sin insumos médicos como mascarillas, sin kits de diagnósticos para el Covid-19.
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