El director del Proyecto Cumbre Ecológica y Turística, Amenhotep Planas, estimó que la afectación al ecosistema de Carabobo y Falcón pudiera abarcar más territorios si no se toman las medidas correctas.
María Gabriela Piña | Versión Final
El daño ecológico causado por el derrame de 25.000 barriles de petróleo en la refinería El Palito, en el estado Carabobo, aún es imposible de calcular. Hasta el momento, más de 12 kilómetros de costas lineales, desde la región carabobeña hasta Falcón, están totalmente contaminados con el hidrocarburo, según imágenes satelitales.
Así lo aseguró Amenhotep Planas, director del Proyecto Cumbre Ecológica y Turística de Venezuela, quien indicó que este “desastre ecológico” dilatará la recuperación de los ecosistemas por más de 25 años, afectando la flora, la fauna y al turismo del país.
“El caso de Puerto Cabello es inmensamente grave. Además de las orillas de las costas, se han dañado más de 539 millas náuticas, que incluye la superficie del Mar Caribe. Pero la afectación pudiera correr más allá si no se toman las medidas correctas”, refirió Planas en entrevista a Versión Final.
Aseveró que los daños pudieran llegar a extenderse “más de 25 kilómetros” si las barreras de contención que se han colocado para impedir el paso del crudo no son efectivas, “porque los derrames van a seguir expandiéndose”.
El profesor precisó que este mecanismo de contención está siendo aplicado en el Parque Nacional de Morrocoy para “tratar de proteger” la zona turística falconiana. Pero, explicó, esas barreras únicamente ayudan a restringir la navegación de petróleo en la superficie.
“Con el efecto de las mareas, el petróleo se va descomponiendo y se filtra hacia abajo, dañando todo a su paso, y vuelve a salir del otro lado. Igual habrá contaminación”, argumentó.
“El daño ecológico ambiental es gravísimo”
Planas comparó el derrame petrolero en El Palito con el caso “Nissos Amorgos”, ocurrido en el Lago de Maracaibo en 1997. En esa ocasión, un tanquero que llevaba ese nombre, botó 25.000 barriles de petróleo en las aguas marabinas, que contaminaron la costa noroeste de la Isla de San Carlos, extendiéndose hacia el balneario de Caimare Chico.
El dueño del barco fue sentenciado y tuvo que pagar los daños pero, dijo el experto, la indemnización económica nunca recuperó los daños a la fauna y al ecosistema de la ciudad.
“La de El Palito es la peor catástrofe ecológica que se ha registrado en Venezuela en los últimos años. No podríamos saber cuál de los dos derrames ha sido más grave porque todavía no tenemos certeza de los daños” del perpetrado en Carabobo que, se estima, sucedió a finales de julio.
El ecologista alertó que “lo más grave” es el inmenso daño que tendrá Venezuela a mediano y largo plazo. “Esa fauna y flora no se va a recuperar por lo menos en 25 años, y eso afecta al turismo y a la actividad económica. El daño ecológico ambiental es gravísimo y todavía esa estimación de tiempo es parcial porque faltan muchos estudios”, comentó.
En cuanto a la arena de las playas de ambos estados, “ahora hay que recogerla toda y eso va a cambiar los niveles de la costa. Es muy dramático”, manifestó.
Hermetismo gubernamental
Planas rechazó que el Gobierno nacional, a través de Inparques, del Ministerio de Ambiente y de Pdvsa, prohíba el ingreso de guardaparques y de organizaciones ambientalistas a El Palito para investigar el origen del derrame de crudo.
Ahora hay más de 60 agrupaciones ambientalistas y ecológicas indagando los hechos por distintas vías, cuestionó. El Observatorio Ecológico de la Universidad Central de Venezuela es una de ellas.
“Tenemos muchas dificultades para investigar porque el Gobierno no facilita las cifras y todo lo hacemos por mediciones o suposiciones”, lamentó el ecologista
Manifestó que es improbable saber de dónde provino la fuga del hidrocarburo pero manejan dos hipótesis: la primera, la perforación de un buque petrolero; y la segunda, la ruptura de una tubería.
En caso que haya sido de un tanquero, “suponemos que era un buque de un solo casco, prohibido en las leyes internacionales. Se perforó y derramó los 25.000 barriles, que equivalen a 125.000 litros de petróleo”. Las naves marítimas que trasladan este tipo de productos tienen que tener doble casco, especificó.
En cambio, si el derrame se originó porque se reventó una tubería yendo a donde estaba el buque en el muelle, sería falta de previsión en Pdvsa. “Esos accidentes lamentablemente ya son muy normales desde hace años”, aseguró.
“Este es un Gobierno que no protege el ambiente, que trata de ocultar las cosas, no sabemos para proteger a quién. Quieren tratar de mantener esto en silencio y lo que genera es más especulación”, prosiguió.
Organizaciones proponen sala situacional con el Gobierno
El director del Proyecto Cumbre Ecológica y Turística hizo un llamado al Gobierno, en nombre de los ecologistas del país, a que convoque una sala situacional con las Universidades, grupos ambientalistas, ecologistas, biólogos y químicos.
Y, de acuerdo a la discusión, que se solicite apoyo internacional. “Pudiera ser a organismos como Rotary Internacional, una asociación civil a nivel mundial que tiene una dirección ecológica con especialistas y sobretodo en materia de hidrocarburos”, recomendó.
Manifestó que esto es necesario para evaluar la gravedad del asunto y acordar los mecanismos correctivos que se pudieran tomar para evitar que el daño sea mucho mayor.
Para Planas, también es imperativo que un tribunal penal en materia de ambiente inicie las investigaciones. “Estas sanciones están estipuladas en la Ley Penal del Ambiente. El derecho internacional y el derecho venezolano dicta que se le debe dar celeridad a la procura de las soluciones”, indicó.
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