La emergencia humanitaria compleja y la pandemia por la Covid-19 han obligado a los migrantes venezolanos a huir del país, pero los «caminantes» en medio de su trayecto por los pasos fronterizos se convierten en una «presa fácil» para las bandas criminales y son «pescados» por las redes de tráfico de personas.
Euseglimar González | La Prensa de Lara
Aunque uno de los principales comportamientos de los delincuentes que manejan estas redes de trata de personas, es «pescando» por las redes sociales a las jóvenes ofreciéndoles financiamiento para el viaje o ser modelos reconocidas internacionalmente, se ha visto que en los últimos años por el flujo de migrantes por las «trochas» muchos han cambiado sus modus operandi.
Una modelo de Mérida contó que hace dos años casi fue víctima de trata de personas, luego que un supuesta agencias de modelaje de Bogotá la contactara para que fuese imagen de una campaña publicitaria de Smirnoff, que grabarían en Venezuela.
«La iban a trasmitir en 17 países y eso me emocionaba, además del pago. Pero todo cambió cuando me citaron y dijeron que debía ir a Valencia y sola, allí supe que algo andaba mal», dijo la modelo a través de un video que difundió en redes sociales.
La joven viajó a Valencia, pero cuando llegó a un Centro Comercial estaba acompañada de unos amigos y ellos le dijeron que todo podría tratarse de una trampa, pues el hombre que la había contactado le repitió varias veces que debía estar sola. La joven decidió abandonar el lugar y presume que iba a ser víctima de trata.
«En las trochas se ve de todo, desde el militar que te pone los obstáculos para negar el paso hasta el delincuente que te pide dinero o simplemente te rapta para pasarte a Colombia y te prostituyen», comentó una migrante venezolana, quien usó las trochas.
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