“¡Cuidémonos!”, pidió a todos de corazón el obispo de San Cristóbal, Mario Moronta, al también cuestionar que “las autoridades nacionales no están informando sobre la realidad que está sucediendo en el Táchira y en San Cristóbal”, en relación con la pandemia de covid-19.
“Nuestros hospitales y centros de salud están colapsados, nuestros médicos están haciendo una obra titánica. Pongámonos en actitud de cooperación”, emplazó, al también invitar a mamás, papás y miembros de familia a cuidar a sus hijos: “No nos dejemos vencer ni por la duda, ni por la comodidad, ni por el menosprecio de las circunstancias”.
Con estas ideas terminó la santa misa en memoria de san Sebastián, celebrada este enero de 2021 de manera distinta. Transcurre en el contexto de una ciudad golpeada como el mundo por la pandemia del covid-19 y en medio de una situación de crisis que afecta a la población. Esto motivó a la municipalidad a la suspensión por decreto de la 56° Feria Internacional de San Sebastián.
El obispo diocesano consideró que se tiene que intensificar la oración, pero también recordó que esa oración tiene que ir acompañada de la decisión de cuidarnos y de cuidar a los demás. “No puede ser que las autoridades nos pidan a nosotros que no haya aglomeraciones, y cumplimos en la Iglesia, que no demos pie a que pueda darse contagio y, sin embargo, hemos visto al menos hoy y ayer las manifestaciones de aglomeración con ocasión de un evento deportivo muy importante pero realizado sin las medidas que le estamos exigiendo a la gente”, dijo, en referencia a las etapas de la Vuelta al Táchira en Bicicleta que se cumplen por estos días en carreteras del estado.
Moronta también se hizo eco de personas que le han indicado que los medicamentos que se utilizan para atender la emergencia, de la noche a la mañana se han disparado en sus precios de manera exorbitante. “No estoy en contra de los empresarios, todo lo contrario; estoy en contra de aquellos que especulan y que tendrán que darle cuenta a Dios de su maldad al especular”.
Serenidad, paz y convivencia pacífica para la ciudad de San Cristóbal pidió a san Sebastián el obispo diocesano al inicio de la celebración eucarística del patrono, cumplida a las 3:00 de la tarde. Una intención unida a la intercesión del santo ante Dios para que el covid-19 y otros elementos difíciles de la vida vayan siendo transformados en salud espiritual y corporal.
Concelebraron el nuevo obispo auxiliar de San Cristóbal, Juan Alberto Ayala, y el párroco de la iglesia catedral, José Lucio León, junto a algunos sacerdotes del presbiterio diocesano. A la iglesia matriz asistió y se sentó solitario en primera fila, con tapaboca y máscara, el alcalde Gustavo Delgado. Contados feligreses con tapaboca y suficientemente distanciados, en atención a las restricciones de este tiempo, pero cientos conectados en directo a través del canal de YouTube de la Diócesis de San Cristóbal.
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