“No dejes que la farándula política te distraiga” le escribió el politólogo Nicmer Evans a Nicolás Maduro en abril de 2013, siete meses después de que Hugo Chávez lo presentara como su sucesor, en caso de que algo le ocurriera al entonces jefe de Estado. Por aquellos días, en campaña por la presidencia, Maduro se hacía acompañar en tarima por actores y cantantes como Roque Valero y Susej Vera. Allí comenzó el divorcio entre Evans y el chavismo, proceso al que ha calificado como un “error histórico” en el que creyó y al que ha enfrentado desde la trinchera opositora, incluso, siendo parte hasta diciembre de 2019, del Frente Amplio Venezuela Libre.
Por Adriana Núñez Rabascall – La Gran Aldea
En julio de este año, el director del portal Punto de Corte, fue acusado de “instigación al odio” y detenido 51 días en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), de donde salió el pasado 2 de septiembre tras recibir un “indulto presidencial”.
“A una dictadura no se le confronta con partidos, sino con unión y eso no lo hemos comprendido”
-Al ser excarcelado usted dijo que no fue sometido a torturas físicas sino psicológicas. ¿Cómo funciona el aparato represor?, ¿de qué fue testigo usted?
-De lo que fui testigo no puedo dar detalles. Hago ejercicio de autocensura, porque todavía hay gente adentro y mencionar cualquier elemento es un verdadero riesgo para ellos. Lo que sí te puedo decir es mi experiencia. Estuve 18 días durmiendo en el piso. No hubo tortura física, pero sí hubo permanente amedrentamiento. Preguntar por mi esposa, pedir detalles de ella. Yo no tuve interrogatorio, pero eventualmente se acercaba algún custodio y me preguntaba el nombre de mi esposa, el número de cédula. Estaba en una constante zozobra preguntándome por qué querían esa información. El 85% de quienes estuvieron conmigo los días que pasé allí fueron sometidos a cosas terroríficas. Hay espacios para eso. Hay todavía gente bajo condiciones inhumanas. Yo estuve en uno de los sectores con mejores condiciones. Tener acceso a un televisor es un privilegio. Son pocos los sectores que lo tienen y uno puede ver las noticias de Televen y Venevisión. Lo que te puedo decir es que la tortura es real. Creo que hay que revisar el término de presos políticos, porque una vez que entras, sea cual sea el motivo, si eres sometido a torturas te conviertes en preso político. Muchos trabajadores de PDVSA están ahí olvidados, porque el origen de su causa es administrativo, pero han sido sometidos a tortura. Mi perspectiva de los militares cambió al estar adentro y poder ver cómo una gran cantidad de ellos están en cautiverio por intentar restablecer el orden constitucional. Nos quejamos de nuestra Fuerza Armada Nacional, pero yo creo que lo que quizás no han tenido es una fuerza coordinada o la contundencia que uno quisiera; pero muchos patriotas venezolanos han hecho el esfuerzo de restablecer el orden constitucional y hoy reposan en esas mazmorras sin procesos judiciales. El debido proceso no se cumple. Se les dice a civiles y militares que aceptar al Foro Penal como defensa es condenarse a no salir. Yo fui defendido por el Foro Penal y le agradezco mucho.
“Yo estuve en uno de los sectores con mejores condiciones. Tener acceso a un televisor es un privilegio. Son pocos los sectores que lo tienen”.
-Horas antes de su detención usaron a su esposa para hacer que se entregara, pero luego la liberaron. ¿Cómo fue eso para usted?
-Es un mecanismo regular la utilización de los familiares en este tipo de procesos. Al salir me enteré de que mi hijo de 6 años fue sometido a interrogatorio bajo amenaza de llevarlo a la Lopnna. ¡Esos seres no tienen familia!, ¡aprovecharse de la candidez de un niño para preguntarle a dónde había salido yo el fin de semana! Mi familia fue sometida por 4 horas a allanamiento con interrogatorio, con la intención de forzar mi entrega sin orden de captura. Cuando ellos obtuvieron la orden de captura, tuve que someterme a la fuerza. A mí me detiene la Dirección General de Contrainteligencia Militar. ¡Qué tiene que ver el caso que ellos me siembran con el tema militar! A mí me juzgan en un tribunal de terrorismo. ¡Qué tiene que ver una cosa con la otra! Yo tuve la suerte de contar con un fiscal y dos testigos durante mi detención, pero hay gente a la que siembran. Un preso político tiene detrás de sí a un político que ordenó meterlo preso.
-¿Qué político ordenó su detención?
-Yo todavía no sé. Estoy en la búsqueda de elementos que puedan reconstruir. Puedo decirte que es de la gente de Maduro, porque es evidente, pero quién fue exactamente y quién facilitó mi liberación, tampoco lo tengo claro, porque – incluso- el expediente que me montan es anónimo. Los elementos de justificación jurídica son tan absurdos que quien me acusa no tiene rostro.
“Tenemos una oposición enfrentando un autoritarismo y para confrontarlo debemos ser contundentes”
-Cuando sale de prisión y ve este desbarajuste político, ¿qué piensa?
-Lo primero es alegrarme porque todavía tenemos oposición. Bajo el sometimiento, el asesinato, el exilio y todas las condiciones a las que son sometidos los dirigentes venezolanos, lo sorprendente es que aún quede oposición y eso debemos preservarlo. Desde el cautiverio, en las últimas semanas que tuve acceso a televisión, nos preocupaba mucho la discusión. La esperanza de quien está adentro es que vengan los marines y resuelvan el problema que no pudimos nosotros resolver, porque la gente adentro no ve la posibilidad de unificación de la oposición. Yo era el único que mantenía la esperanza y les decía que la única manera de superar esto era unificar a la oposición. Vi las discusiones que generaron los actores políticos y me pareció lamentable. No es que no haya diferencias, son fundamentales, el problema es que tengas la incontinencia verbal de hacerla pública y generar confrontación de micrófono. Debo confesar que antes de entrar al secuestro judicial yo era uno de los que confrontaba por micrófonos. El tiempo de reflexión lo hace comprender a uno que es inútil esa confrontación. Los que no creemos en la vía armada debemos hacer todo el esfuerzo para exigir condiciones para un referendo revocatorio. Si ellos (el chavismo) adelantaron unas elecciones fraudulentas en 2018, ¿por qué no forzar condiciones para adelantar el revocatorio en 2021? Participar en un referendo es tomar una decisión, mientras que el 6 de diciembre es una elección para escoger escaños.
-¿Pero usted ve que ese tablero se pueda mover hacia un referendo?, sobre todo cuando ya en 2016 lo impidieron y viniendo Maduro de conceder un indulto. ¿No es demasiado entregar un revocatorio?
-Antes de yo ser secuestrado judicialmente, el mismo Maduro dijo que estaba dispuesto a participar en un referendo. Si hay una postura pública y la posibilidad de que esto sea elemento de consenso a debatir; estoy seguro de que podemos reunir condiciones para no tener que recoger firmas, sino para activar el mecanismo del revocatorio a partir de instancias directas. Esto es totalmente factible. Pero para esto hay que sentarse a conversar con factores ostentan el poder. La movilización de la gente también es importante. Es un problema de propuesta y de debatir para ponernos de acuerdo en torno a una sola cosa y un plan. El “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres” es un eslogan, pero lo asumimos como una ruta y una ruta necesita planificación. Tenemos que tener la voluntad expresa de ponernos de acuerdo y que no sea una decisión de micrófono.
-Usted formó parte del Frente Amplio y del chavismo. Conociendo los dos monstruos por dentro, ¿por qué cree que el chavismo ha sido tan exitoso en mantenerse en el poder?
-El chavismo tiene un método autoritario para tomar sus decisiones y mantenerse. La oposición tiene un método malentendidamente democrático que no genera mecanismos para ponerse de acuerdo. Una de las cosas que hizo que nosotros nos retiráramos del Frente Amplio es que se había convertido en una especie de adorno y no se estaba dando un verdadero debate para avanzar. Aquí también los personalismos políticos predominan y cada uno de los actores políticos quiere ser el que conduzca los destinos. No se concibe todavía el asumir métodos para debatir y generar consensos.
“Una de las grandes dificultades de la oposición es no tener una instancia y de no estar convencidos de que las decisiones tienen que ser colectivas”
-¿Dentro del chavismo le queda alguna amistad que le diga cómo está eso por dentro?
-Una de las cosas que comprobé en mi secuestro judicial es que ya no me quedan amigos dentro del chavismo. Uno se da cuenta que es necesario tener elementos conectores y alguien que está llamado a tener elementos conectores soy yo porque vengo de allí. No te voy a negar que mi esposa y el equipo que me apoyó consiguieron algunos puentes de comunicación con algunos sectores del chavismo. Allí hay miedo. Hay terror. Todo el que se atrevía a acercarse era poco lo que podía hacer, porque si veían que estaban apoyando a Nicmer Evans a salir del cautiverio podían convertirse en objeto de persecución. Sé que hubo debate para mi salida y que hubo gente que no quería que yo estuviese en esa lista. Estoy convencido de que habrá más liberaciones y abogo para las próximas sean de militares, porque es el sector que más está abandonado.
-En 2013, cuando se desmarca del chavismo, usted dice que Maduro se está rodeado de farándula política. ¿Qué le cuestiona hoy a la oposición?
-Una de las grandes dificultades de la oposición es no tener una instancia y de no estar convencidos de que las decisiones tienen que ser colectivas. Tenemos una oposición enfrentando un autoritarismo y para confrontarlo debemos ser contundentes. A lo interno, para la toma de decisiones se debe ser lo más democrático posible. Ahí es donde está el gran error. Asumimos una oposición como si estuviéramos en democracia. A una dictadura no se le confronta con partidos, sino con unión y eso no lo hemos comprendido. Por supuesto que tiene que haber personajes que protagonicen, pero no puede haber personalismos políticos, porque entraríamos en un terrible error. La disputa por el manejo de los recursos para confrontar una dictadura también ha sido un error. Se alimenta un nicho de corrupción con base en una caja vacía. Para confrontar una dictadura se necesitan recursos, pero no puede ser que la búsqueda de los recursos se convierta en negocio para la oposición.
-¿Se ha nublado el objetivo con esa caja vacía?
-Hay necesidad de avanzar muchísimo en el manejo de recursos para confrontar una dictadura. No hay posibilidad de hacer política sin recursos, pero ese no puede ser el centro de atención.
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