«Se reactivó ese tema». El regreso de la delegación noruega a Caracas pasó sin pena ni gloria para casi todos, fiel reflejo de la situación que vive hoy Venezuela. Con una excepción: Nicolás Maduro. El jefe bolivariano anunció en televisión que Jorge Rodríguez, ministro y especialista en negociaciones (todas fracasadas), «está conversando, los recibió aquí y ahora está coordinando lo que queda pendiente del tema de los noruegos».
Por Daniel Lozano / El Mundo
Los diplomáticos europeos no sólo constataron que el régimen bolivariano sigue con su hoja de ruta directamente hacia las elecciones parlamentarias de diciembre mientras sus jerarcas se reponen de la embestida del coronavirus. Quien peor lo ha pasado es Luis Parra, el fraudulento presidente de la Asamblea Nacional (AN) impuesto por el chavismo, que ya ha abandonado la Unidad de Cuidados Intensivos tras sufrir una neumonía grave.
La «toma de contacto» de los noruegos se circunscribió a una conferencia digital con los jefes del G-4, los cuatro grandes de la oposición. Un año después del fracaso proceso negociador entre ambos bandos en Oslo y Barbados bajo mediación noruega, la situación es incluso peor. Tres de los cuatro partidos del G-4 fueron tomados por asalto del gobierno, que ha programado unas elecciones parlamentarias para que las gane por la fuerza el chavismo pese a su impopularidad.
«No existe en este momento ningún proceso de negociación y le reiteramos a la delegación noruega que sólo elecciones libres y justas son la solución a la crisis y no procesos fraudulentos con un Consejo Nacional Electoral (CNE) ilegítimo», disparó por adelantado el Centro de Comunicación Nacional de la presidencia encargada de Juan Guaidó.
Nada queda del plan de elecciones presidenciales que estuvo sobre la mesa en 2019 y cuya convocatoria parecía posible hasta que Maduro dio un puñetazo y derribó el tablero para evitarlas. El chavismo decretó el fin del proceso e impuso un monólogo con partidos colaboracionistas, de donde ha salido la actual convocatoria amañada.
EXPERTOS EN RECONCILIACIONES Y PROCESOS DE PAZ
Los diplomáticos noruegos, expertos en reconciliaciones y que han facilitado procesos de paz en varios continentes, también se encontraron con representantes del gobierno bolivariano, pero no con el «presidente pueblo». Su objetivo inicial es que ambas partes regresen de inmediato a la mesa de diálogo de Barbados, incluso en las últimas horas daban por seguro que el ministro Rodríguez y el responsable de Exteriores, Jorge Arreaza, se reencontrarían con dos negociadores de la oposición.
«Hemos estado en contacto con la delegación de Noruega desde su viaje a Venezuela. La idea es presionar al régimen a una transición pacífica», desveló Elliot Abrams, enviado especial de Washington para Venezuela, tras insistir en que no hay ningún proceso reabierto. Abrams desmintió lo adelantado por Maduro, que simuló una vía de encuentro con EEUU («Recibí tu mensaje, estoy de acuerdo con lo que me dices. Avancemos»).
Sin avances dentro, pero con una coyuntura internacional más favorable. Representantes de la Unión Europea han conversado con Estados Unidos y Rusia, cuyas posturas se han flexibilizado. Los rusos necesitan legalidad para proseguir sus negocios económicos y Washington reitera su disposición a una transición pactada, pero sin Maduro.
Con información de El Mundo
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