El dirigente de Alianza para un Referendo Consultivo, Enrique Ochoa Antich, introdujo ayer ante el TSJ oficialista una aclaratoria sobre su recurso de amparo donde solicitó que Henry Ramos Allup presida la AN para efectuar la verificación de la votación del 5E.
Ochoa Antich aseveró que esto permitiría que el Parlamento «supere el desacato» y así se lograría elegir en la AN el nuevo CNE y promover «una votación masiva en las futuras elecciones parlamentarias». «Sin sentencia del TSJ, los diputados pueden hacerlo», explica.
«El recurso de amparo no pide que se reconozca a ninguna de las directivas en conflicto sino que se diligencie lo pertinente para que (…) se proceda a la verificación nominal de la votación, de modo de poder saber cuál es válidamente la directiva de la Cámara, algo que los propios diputados deberían propiciar por propia cuenta (y debieron haber propiciado el mismo 5 de enero), pero cuya fractura política impide que así ocurra», manifestó Ochoa Antich.
Reiteró que «no puede haber dos mayorías. Una de las dos partes nos está mintiendo (…) Los venezolanos merecemos saber la verdad, nombre por nombre y apellido por apellido».
En dicha nueva solicitud detalla que: «Si esa sesión la preside, como hemos propuesto en el pasado (y recientemente al propio partido Acción Democrática), el diputado Henry Ramos Allup (último presidente legítimo del cuerpo, a juicio del TSJ, pues lo era al momento de declararse el desacato) sin la presencia de los diputados de Amazonas, de una vez se estaría superando el desacato, lo que a su vez permitiría la designación por las 2/3 partes de la cámara (es decir, por consenso del gobierno y de la oposición) del nuevo CNE, que debería ser el principal objetivo de todas las fuerzas democráticas de modo de asegurar una votación masiva en las elecciones parlamentarias».
«Los diputados podrían rematar esta operación, que salvaría a la república y retomaría la ruta democrática para un cambio en paz, eligiendo por consenso gobierno/oposición una nueva directiva sin Parra y sin Guaidó», propuso, pues, a su juicio «a veces conviene dar un paso atrás para luego dar dos adelante».
El recurrente establece que «si el TSJ resuelve por una de las directivas, estaría nuevamente violando su condición de árbitro imparcial y, a la vez, vulnerando la autonomía del Poder Legislativo. Sólo la Asamblea Nacional puede decidir mediante una votación creíble qué diputados integran su directiva. Quisiera confiar en que no cometa este desaguisado».
«Aún estamos a tiempo de resolver esta fractura institucional que está literalmente disolviendo en la nada al parlamento venezolano. Los parlamentarios pueden con audacia emprender esta ruta, incluso sin sentencia del TSJ. Para ello deben sacudirse el chantaje de los dos extremos. Ojalá tengan esa audacia. Es lo que los venezolanos de bien estamos esperando», sentenció.
Nota de prensa