Familiares de los presos recluidos en el Centro de Formación del Hombre Nuevo “El Libertador”, que forma parte del Complejo Penitenciario Carabobo, hacen un llamado a la ministra de Servicios Penitenciarios, Mirelys Contreras, para que permita el ingreso de alimentos al penal porque los reos “se están muriendo de hambre”.
Un grupo de madres, esposas, y hermanas de presos de este centro, quienes no quisieron ser identificadas por temor a represalias, levantaron la voz para clamar a las autoridades nacionales por el grave estado de desnutrición que están sufriendo los presos en este centro penitenciario, debido a que no reciben alimentación.
“Según nos informaron, la ministra ordenó que reciban una sola comida en las visitas y en paquetería, y eso es inhumano. Ellos pasan mucha hambre en el penal. Esta situación de la comida está fuerte, mi hermano que pesaba 80 kilos, ahorita está en 55 kilos. Hace unos días se comunicó con nosotros y nos dijo que lo que están dando de comida es un vaso pequeño de arroz aguado al día”, señaló una de las denunciantes.
Asimismo, indicaron que el viernes a las 4:00 de la tarde aún no habían recibido la única ración de comida que les suministran. Su preocupación se acrecienta al ver que en otros centros de reclusión del país ha habido motines por este motivo; sin embargo, no hay respuesta de ningún funcionario.
“En todos los penales hay problemas de la comida, así que hay que hacer algo por Dios, ¿qué vamos a esperar, que pase algo lamentable?”, se preguntan.
Los familiares proponen soluciones, una de ellas es que les dejen ingresar la comida para que les alcance por una semana, o les permitan entregarles alimentos para que los presos los cocinen allí mismo.
“Un enfermo de tuberculosis no se va a recuperar si come solo una vez a la semana el único plato de comida que nos dejan ingresar en la visita. Hay otros presos que sus familiares viven en otros estados, y son los que la están pasando peor, pues no tienen quién les lleve comida, de manera que nuestros presos no pueden compartir un poquito de lo que les llevamos, pues apenas les alcanza para comer un día”, sentenciaron los familiares sumamente angustiados por el estado de salud de sus hijos, claman.
En tanto, señalaron que durante la entrega de paquetería, que se realiza los días martes y donde les traen ropa y productos de higiene personal, a veces les mandan pan, galletas o tortas; sin embargo, no se las entregan a sus familiares, se pierden en manos de los custodios, por eso prefieren entregarles personalmente lo que necesitan.
Para finalizar, reiteraron el llamado a la nueva ministra para “que meta el ojo y averigüe qué está pasando con la comida en las cárceles del país”.
Nota de Prensa / Observatorio Venezolano de Prisiones
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