Familias enteras en Rio Blanco, estado Aragua, perdieron todo lo que tenían, entre esos está Alicia, quien al momento de la inundación se encontraba en su casa durmiendo sola con sus nietos.
La madrugada del martes 13 de octubre los vecinos de la comunidad de Río Blanco, en el estado Aragua, comenzaron a vivir un calvario tras el desbordamiento del río Madre Vieja.
Jubely Álvarez contó al diario TalCual todo lo ocurrido aquella noche, cuando cerca de las dos de la mañana el agua comenzó a salir primero por las alcantarillas de su vivienda y minutos después ya había entrado por el porche y comenzaba a inundar todos los espacios.
“Los vecinos estaban durmiendo, y bueno en mi casa teníamos rato despiertos, lo que hicimos fue bajar los breques y comenzamos a recoger las cosas, en cuestión de segundo ya el agua estaba a nivel de las rodillas”, asegura.
Fue justo en ese momento cuando los vecinos comenzaron a despertarse, desde los carros tocaban corneta para levantar a los que aun dormían y así avisar de lo que estaba pasando.
“En mi casa comenzamos a subir todo a la segunda planta, pero igual perdimos algunas cosas, las camas, los colchones, un televisor, un CPU de una computadora”, dice, al recordar aquello que no alcanzaron a subir antes de que llegara el agua.
En la casa de Jubely viven seis adultos y un niño de 11 años, entre todos corrieron a resguardar los enseres ante esta nueva arremetida de la naturaleza.
En la comunidad de Río Blanco 2 viven más de 300 familias, todas fueron afectadas por esta inundación. A cinco días de haber ocurrido estos hechos las casas se ven repletas de barro y las calles son un cementerio de todos los enseres que no se salvaron del agua.
Familias enteras perdieron todo lo que tenían, entre esos está Alicia, quien al momento de la inundación se encontraba en su casa durmiendo sola con sus nietos.
La bulla de los vecinos logró despertarla y se dio cuenta que debía salir inmediatamente de la casa de apenas una planta.
“Salí sin chancletas, sin nada, a mí me golpeó un tronco”, cuenta al recordar aquellos minutos que fueron valiosos para salvar la vida de sus pequeños nietos.
Con ayuda logró llegar a la casa de unos vecinos, quienes se resguardaban también en la segunda planta.
“Perdimos todo en la inundación. Eso fue horrible”, dice, al tiempo que explica que el agua rápidamente le llegó a los hombros, “a la niña la sacamos para arriba”.
Otras localidades del estado Aragua también se han visto afectadas por esta inundación.
La iglesia y vecinos brindan una mano amiga
Jubely Álvarez explica que en todos estos días no han contado con ayuda gubernamental, “por aquí estuvo Pedro Bastida (alcalde del municipio Giradot del estado Aragua), su visita fue muy breve”. Ese día repartieron algunos colchones, pero luego no se le volvió a ver.
Han sido los mismos vecinos y los integrantes de iglesias cristianas los que se han articulado para brindar ayuda a los afectados.
Porque “no hay una autoridad que haya dado comida, nada todavía”, dice.
Los habitantes de esta localidad aseguran que este desbordamiento del río Madre Vieja se produjo por la falta de mantenimiento en los calanes del río y al sistema de drenaje.
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