Poco después de que el cuestionado mandatario venezolano Nicolás Maduro interviniera en el septuagésimo quinto período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y, entre otras cosas, atribuyera a “quienes dicen preocuparse por Venezuela” un “silencio cómplice” ante las que aseguró son violaciones de derechos humanos de migrantes venezolanos en países de Latinoamérica, fue el turno del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por más de 50 países, de hablar en nombre de la que asegura es la “Venezuela real”.
Por Andreina Itriago | El Tiempo
“Hoy les pido a todos los representantes de Estados miembros que asuman la responsabilidad de asistir al Gobierno legítimo de Venezuela en su misión de proteger al pueblo venezolano, y considerar una estrategia que contemple escenarios luego de agotada la vía diplomática. Ha llegado el momento de acciones oportunas y decisivas”, dijo Guaidó ante las delegaciones de 36 países, en un evento paralelo a la asamblea general, en el que solicitó formalmente evaluar la implementación de la Responsabilidad de Proteger a los venezolanos.
La solicitud de Guaidó se sustenta en el informe de la misión de determinación de hechos de la ONU para Venezuela, divulgado la semana pasada, y presentado este miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos. En el documento se expresa que hay fundamentos razonables para presumir que en Venezuela se están cometiendo crímenes de lesa humanidad, y se señala a Maduro y altos funcionarios de su régimen de presuntos responsables.
Para Mariano de Alba, abogado venezolano especializado en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, la invocación por parte de Guaidó de este principio –que no ha sido aplicado en el hemisferio occidental pero sí en países como Libia–, tendría un doble propósito.
“Hay una intención de tratar de que la comunidad internacional aumente la presión, no necesariamente con medidas coercitivas, en principio con medidas diplomáticas (…). Pero también es una manera para Guaidó de tumbar esa tesis que se ha impuesto en algunos sectores de Venezuela de que la comunidad internacional no ha ido a más porque él no lo ha solicitado”, explicó de Alba a EL TIEMPO.
De hecho, poco después de que se transmitiera virtualmente el discurso de Guaidó, en la misma noche del miércoles, el dirigente político Antonio Ledezma, quien junto a María Corina Machado y otros integra el grupo más radical de la oposición venezolana, celebró sus palabras.
Ha llegado el momento de acciones oportunas y decisivas
Esa es la ruta, ya era hora de solicitar activación del R2P (Responsabilidad de proteger)”, trinó Ledezma.
La gran duda, sin embargo, estriba en lo que sucederá ahora.
“En términos de si eso va a avanzar o no (en Naciones Unidas), yo creo que es bastante difícil que avance, inclusive empezando por medidas pacíficas, las medidas humanitarias”, dijo De Alba, quien explicó que las medidas coercitivas en el marco de este mecanismo –que pueden ir desde la imposición de sanciones hasta el uso de la fuerza– se tomarían en última instancia, y solo con autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Esa es la ruta, ya era hora de solicitar activación del R2P (Responsabilidad de proteger)
“Es un proceso largo, que nace de la asamblea general, se disputa en la asamblea general, pero su ejecución definitiva depende del Consejo de Seguridad. Y ahí hay dos votos que estamos seguros que van a vetar que se aplique el R2P (Responsabilidad de Proteger) para Venezuela: China y Rusia”, acotó la directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Metropolitana (Caracas), Andrea Santacruz, quien no la ve como una estrategia “realizable”.
Otros expertos locales, como el director de la organización Acceso a la Justicia, Alí Daniels, también manifestaron a este diario sus dudas sobre “una efectiva intervención de este mecanismo en la ONU”.
No obstante, para de Alba, esto podría abrir espacio para más discusiones en la ONU sobre Venezuela y, a la postre, podría hacer que los países democráticos de occidente, invocando el mencionado principio, busquen aumentar la presión.
“Puede dar lugar a medidas adicionales de presión, medidas parecidas a las que ya hemos visto pero que pudiesen ser útiles, que sean de carácter más multilaterales, es decir, que ya no sea solamente EEUU quien lleve el protagonismo de poner sanciones a muchos funcionarios sino también la Unión Europea o países de América Latina se sumen en esa corriente; que no solamente sean sanciones a funcionarios, sino también a los familiares de funcionarios que viven fuera de Venezuela”, detalló de Alba.
Santacruz apunta a que precisamente este tipo de eventos paralelos que se organizan en el marco de las sesiones de la asamblea general buscan generar impacto. “Creo que es lo que efectivamente realizó (Guaidó)”, dijo a EL TIEMPO.
Con información de El Tiempo
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