El estado Táchira se caracteriza por su gran devoción y durante Semana Santa, período del cristianismo que transcurre desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, los sancristobalenses comparten un compendio de tradiciones, ritos y costumbres que conmemoran la muerte y la resurrección de Jesucristo.
María Villamizar | La Prensa del Táchira
Desde alegres cánticos, bendiciones y actos simbólicos hasta procesiones cargadas de dolor, ayuno y abstinencia, en Semana Santa la ciudad se cubre con esta solemnidad para elevar sus oraciones y plegarias más profundas ante el sagrario. Como dice el Obispo de San Cristóbal, Mario del Valle Moronta Rodríguez, este acontecimiento en nuestra actitud de encontrarnos y escucharnos, nos permitirá discernir y con ello optar por hacer posible «los nuevos cielos y la nueva tierra».
Y es que, casualmente, la Semana Santa es un tiempo de paz y reflexión que invita a los cristianos a renovar su fe y los votos de su bautismo, por medio del sacrificio de Jesucristo, quien dio su vida en la cruz por el perdón de los pecados del hombre. De hecho, por este motivo el padre Joel Escalante indica que estas fechas son consideradas como las más importantes y significativas dentro de la religión católica.
Viacrucis
Las procesiones son una de las actividades más importantes que se llevan a cabo en Semana Santa, todas las iglesias, a nivel regional, nacional e inclusive internacional realizan estas peregrinaciones, con el fin de recrear y poder vivir la experiencia de Jesús, a través de los misterios que encierra la Pasión del Señor.
El primero de ellos tiene lugar el Viernes de Dolores, un día dedicado a Nuestra Señora de los Dolores, donde se recuerda el sufrimiento de la Virgen María ante el sacrificio de su hijo, algunos de ellos son: la profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús, la pérdida de Jesús, el encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario, La crucifixión y la agonía, entre otros. Esta festividad se efectúa en el viernes previo al Domingo de Ramos, por lo cual, antecede la llegada de la Semana Santa.
Por lo contrario, José Lucio León, párroco de la Catedral de San Cristóbal, explica que el Domingo de Ramos comprende una procesión diferente a nivel simbólico.
Comenta que en este día al menos una de las eucaristías celebradas debe comprender un recorrido que represente el triunfo de Jesús en su llegada a Jerusalén.
En esta ceremonia es tradición bendecir ramos y palmas de olivo, las cuales protegen a los creyentes del mal y son símbolos de paz, fecundidad y riqueza. Cabe destacar, los ramos y palmas bendecidos son incinerados para conseguir la ceniza que será utilizada en el Miércoles de Ceniza del próximo año.
No obstante, el viacrucis del Viernes Santo es el más emblemático de todos. En este recorrido, generalmente acompañado por obras o interpretaciones teatrales, la iglesia vive cada paso de la Pasión de Jesús en un día de luto, ayuno y abstinencia.
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