La ya debilitada producción de petróleo de Venezuela sigue cayendo en medio de fuertes presiones, como el colapso de los precios del hidrocarburo y la pandemia provocada por el coronavirus, que amenaza con seguir su expansión.
De acuerdo con cifras obtenidas por la agencia Argus, la extracción de crudo en Venezuela se desplomó a 500.000 barriles por día (bpd), unos 260.000 bpd menos, con respecto al volumen reportado por la Opep en su informe de marzo de 760.000 bpd.
La razón de esta nueva tendencia a baja del bombeo, obedece a que algunos campos han cerrado, otros están restringidos y más trabajadores abandonan las operaciones para refugiarse del contagio del Covid-19.
Se estima además que al menos unos 150.000 bpd de crudo mediano y pesado está en riesgo de cerrarse alrededor del lago de Maracaibo, el corazón de la división occidental de Pdvsa, porque ya no es económico producir, dicen fuentes.
La división occidental ha luchado por mantenerse a flote durante años debido a la falta de suministro de energía estable y a una serie de otros problemas operativos, como la fuga de mano de obra y el robo de equipos.
Se hunden los precios
Los precios de todos los crudos marcadores siguen en picada. La negativa de Rusia a sumarse al plan de recorte de la Opep, que pretendía reducir 1,5 millones de bpd, ha dado un golpe mortal a las cotizaciones, también lastradas por la diseminación del coronavirus en prácticamente todo el planeta y la guerra de precios iniciada por los saudíes.
El reporte de este viernes, del Ministerio de Petróleo venezolano, alarmó al mundo petrolero local, toda vez que el valor del crudo bajó la barrera de los 20 dólares para ubicarse en 19,52 dólares por barril.
Para Venezuela esta nueva contracción del precio de su petróleo es una estocada más para la debilitada economía que enfrentan los venezolanos. Más aún cuando el gobierno de Nicolás Maduro vende el hidrocarburo con grandes descuentos.
Pese al aliento del cierre de ayer en el mercado a futuros, los marcadores subían en una jornada de incentivos por parte de los gobiernos que podría no ser un sustento muy claro.
No obstante, el Brent del mar del norte, subía 1,97 dólares, o 6,92 %, a 30,44 dólares el barril. Y los futuros del West Texas Intermediate (WTI) para abril mejoraban 1,99 dólares, o 7,89 %, a 27,21 dólares el barril, según cifras de Reuters.
Maduro la tiene difícil
La producción de petróleo del país ha continuado su tendencia a la baja, pese al decreto de emergencia y al nombramiento de una comisión, bajo la tutela del vicepresidente del área económica, Tareck el Aissami, que debía iniciar un proceso de reorganización total de la industria petrolera para elevar el volumen de extracción. Sin embrago, la misión no se ha cumplido.
El gobierno está ahogado en una realidad que no le permite levantar recursos. Por un lado, las sanciones impuestas por Estados Unidos, por otra la crisis económica global desencadenada por el coronavirus, y por la otra, la contracción de los precios del crudo, son factores desencadenantes de una crisis que claramente empeorará.
Maduro sigue golpeando puertas a multilaterales a los que ha deplorado. No conforme con la negativa que dio el FMI a la solicitud de 5.000 millones de dólares. Hoy vuelve a tocar la puerta para ver la posibilidad de al menos 1.000 millones de dólares, del fondo que el multilateral ha destinado para la pandemia del Covid-19.
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