El usurpador de Miraflores Nicolás Maduro creó hace más de tres años Las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), conocido como el escuadrón de la muerte, por realizar ejecuciones extrajudiciales, y azotar a quienes disientan de las políticas destructoras del régimen chavista.
En ese contexto, cabe recordar cuando Maduro defendió a capa y espada a este cuerpo policial durante un acto de graduación de estudiantes de la UNES, y afirmó que se encargarían de cuidar a todos los venezolanos.
«Todo el apoyo logístico y físico para ustedes, todo el apoyo para el FAES en su labor diaria de darle seguridad al pueblo de Venezuela. ¡Que viva el FAES!», expresó aquel día.
Sin embargo, la realidad es otra: Las FAES no vela por la seguridad de los ciudadanos, al contrario, es un brazo ejecutor de violaciones a los derechos humanos.
Las FAES han estado en el punto de mira del famoso informe de Michelle Bachelet, la Alta Representante para los Derechos Humanos de la ONU, sobre Venezuela, en el que recomendó desmantelar este escuadrón tras constatar su violento modus operandi mediante entrevistas a familiares de venezolanos que fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales a manos de este cuerpo. Desde su creación han muerto, al menos, 2.000 personas por este tipo de actuaciones fuera de la ley.
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