Venezuela contratará un astillero iraní para construir dos buques petroleros bajo un acuerdo ya existente, aunque con retrasos en los pagos y dificultades con las certificaciones necesarias, reporta Reuters citando personas familiarizadas con el asunto y documentos.
La estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) ha redoblado desde 2022 sus esfuerzos para comprar y arrendar buques petroleros con el objetivo de reconstruir su propia flota. Sus operaciones marítimas han sufrido de falta de capital desde hace mucho tiempo y las sanciones estadounidenses han dificultado la obtención de seguros y clasificaciones esenciales para navegar en aguas internacionales.
Los dos nuevos petroleros Aframax, que se llamarán India Urquia e Indio Mara, costarán 31,66 millones de euros (EUR) —33,77 millones de dólares (USD)— cada uno, apunta la agencia de noticias citando un documento interno de Pdvsa en el que se detalla el acuerdo propuesto.
Los buques serán construidos por Iran Marine Industrial Company (Sadra) en su astillero Bushehr, que construyó dos buques anteriores para Pdvsa, los Aframaxes Arita y Anita, que pueden transportar entre 500.000 y 800.000 barriles de petróleo cada uno.
“(La construcción de) el India Urquia debe comenzar pronto”, dijo una de las fuentes.
Deuda pagada
El acuerdo se producirá después de que Venezuela pague con combustible una deuda pendiente con Irán, según el documento, una de las razones por las que el contrato no se desarrolló como estaba previsto originalmente.
Pdvsa entregó a finales de 2021 un cargamento de fuel oil de 644.000 barriles a Irán valorado en EUR 33,9 millones.
“El astillero recibió 30,34 millones de euros para saldar la deuda pendiente del petrolero Arita”, y en agosto se destinaron otros EUR 1,99 millones para pagar las tasas de sobreestadía acumuladas, dice el documento citado por Reuters.
Tanto el Arita como el segundo petrolero, recientemente rebautizado como Anita, enfrentaron largas demoras para comenzar a navegar en medio de las deudas impagas y las luchas de Pdvsa para obtener el seguro y las clasificaciones de navegabilidad.
El Arita, ahora rebautizado como Colón, zarpó por primera vez en 2017, pero luego fue arrestado por el operador de un barco por facturas impagas. Fue devuelto a Pdvsa en 2019 y desde entonces ha permanecido principalmente en aguas venezolanas.
El Anita partió de Irán a fines de diciembre con un cargamento de condensado iraní para Pdvsa, dijo una de las fuentes. Todavía no ha llegado a Venezuela, según los servicios de seguimiento de petroleros consultados por la agencia.
Un buque separado fletado por la firma estatal iraní Naftiran Intertrade Company (Nico), el superpetrolero Wen Yao, también se dirige a Venezuela transportando condensado iraní como parte de un intercambio de petróleo con Pdvsa, dijo la firma de monitoreo TankerTrackers.com.
Al término del contrato, Pdvsa habrá pagado a Irán unos EUR 157 millones por los cuatro buques, según la propuesta redactada en el documento. El acuerdo fue anunciado por primera vez en 2006 con bombos y platillos por parte de Teherán y el Gobierno del entonces presidente Hugo Chávez.
Algunas de las embarcaciones que serán entregadas por Irán podrían ser operadas por terceros, según una persona.
El documento no detalla las fechas de entrega de los dos petroleros.
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