Durante los últimos meses en los páramos del municipio Michelena, en el estado Táchira, pequeños productores han tenido que sacrificar reses, las cuales han desmejorado su salud al “orinar sangre”, situación que según expertos podría estar asociada a la presencia de parásitos en la zona.
“Por aquí ya no hay casi ganado, lo han sacrificado porque orinaban sangre. La idea es volver a tener terneros para así tener una semilla y luego producir leche”, dijo Jacobo Escalante, un campesino en uno de los páramos de Michelena, donde ha habido una incidencia de posible leptospirosis.
Los pequeños productores se deshacen de los animales sin tener certeza de qué realmente ocasionó el desmejoramiento en las reses. Sin embargo, quienes sí han aplicado pruebas al ganado, han detectado presencia de parásitos que han sido controlados a tiempo.
“En el occidente de Venezuela, en los últimos años, ha habido un aumento de la leptospira bovina, que produce el aborto y la orina con sangre. Ese parásito es transmitido por los ratones, por lo que se requiere hacer pruebas de sangre en el ganado”, explicó Álvaro Moros, médico veterinario, experto que se dedica a diagnosticar enfermedades en animales y a promover campañas para la erradicación de la fiebre aftosa en la entidad.
“En Táchira, aproximadamente un 30% de los animales presentan leptospirosis. Es difícil bajar esa cifra, aunque la Organización Mundial de la Salud, habla de que puede haber una incidencia entre el 1 y el 2 por ciento, pero sí se requiere bajar esas estadísticas”, aseguró Moros.
Igualmente, por tratarse de una zona montañosa, donde es común que se produzca la planta conocida como “helecho macho”, que existe en los andes y se mezcla entre el pasto, si es consumida por el ganado, se corre el riesgo de padecer cáncer en la vejiga, manifestó el veterinario.
Por tanto, recomienda a los productores que han perdido parte de su ganado, “revisar si tienen esta planta en las fincas, eliminarlas y así evitar que continúe afectando a otros animales”.
“La fiebre de la garrapata es la otra, por lo que los productores deben hacer una muestra de sangre para detectar si el ganado tiene este parásito, que también produce orina con sangre, conocida como babesia o piroplasmia”, precisó Moros.
Acotó que la presencia del “tábano” también podría generar que el ganado orine sangre, por lo que es necesario revisar las fincas, a fin de eliminarlos donde haya ganadería.
Parásitos duros de matar
En cuanto al consumo humano de la carne de animales afectados por el helecho humano, señaló que solo se elimina la vejiga del animal, y los que adquirieron parásitos. “Los veterinarios en los mataderos confiscan los órganos afectados, pero los afectados por la leptospira sí afecta a los humanos, esos animales sí tienen tratamiento”, advirtió Álvaro Moros.
En el matadero del municipio Michelena se ha reportado una incidencia del parásito Cotylophoron cotylophorum. “Este parásito son huevos pesados, se pega en la panza de la res, se alimentan de los aminoácidos y de la albúmina del animal, no los deja engordar. A algunos les da diarrea, a otros diarrea con sangre, a otros les produce edemas, y los productores piensan que les cayó mal el alimento. Ese parásito no se mata con cualquier desparasitante de uso constante, tiene un tratamiento específico”, señaló Moros.
Explicó que el Cotylophoron cotylophorum es un parásito trasmitido por caracoles acuáticos. “Son los pequeños que están cerca de lagunas o bebederos, aunque no es fácil erradicar los caracoles, sí se pueden controlar los parásitos”.
Diarrea viral en rebaños
Según representantes de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira (Asogata), desde el pasado mes de octubre se mantiene vigente el plan de vacunación contra la fiebre aftosa. Sin embargo, desde antes de la pandemia no se realizan campañas para controlar la brucelosis y la tuberculosis.
Por tanto, se requieren de programas sanitarios en las fincas para que sean rentables. A pesar de existir oficinas del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) en los municipios productores, el mal estado de la vialidad afecta la posibilidad de los productores de buscar asesorías, principalmente en las poblaciones retiradas.
En la reciente Feria de San Sebastián, Milagros Ruiz, veterinaria que participó en un conversatorio con productores en Asogata, alertó sobre la diarrea viral en el ganado. Expuso que se trata de una enfermedad infecto-contagiosa de un alto impacto a nivel de rebaño, que incide en el desempeño reproductivo y está catalogado como una enfermedad del complejo respiratorio.
Advirtió sobre las fallas en las tasas de concepción, altamente contagiosas, que se mantiene circulando en los rebaños, porque se generan a través del proceso de infestación. Así estos animales estarán infectados durante toda su vida, provocando que la incidencia sea muy notoria.
Los especialistas esperan que los mismos productores puedan reconocer la enfermedad y observar el comportamiento del rebaño para determinar de qué manera pueden comenzar a controlar las infecciones dentro de las fincas y así minimizar los riesgos para la producción.