La estatal Petróleos de Venezuela ha recortado producción en varios proyectos, mientras su principal planta de mezcla de crudo opera de manera intermitente debido a la acumulación de inventarios, según media docena de fuentes de la industria y documentos vistos por Reuters.
La industria petrolera venezolana soporta desde hace más de un año las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que sigue aumentando la presión sobre los compradores de crudo que hacen negocios con PDVSA.
Las medidas han afectado las exportaciones en las últimas semanas, causando que el almacenamiento de crudo llegue a 38,2 millones de barriles, un alza de 2,3 millones de barriles desde finales de abril, según cifras de la firma de inteligencia de mercado Kpler.
En septiembre de 2019, los inventarios alcanzaron un pico de 40,3 millones de barriles, pero fueron disminuyendo en los meses siguientes a medida que se recuperaron las exportaciones.
En promedio, Venezuela produjo el 13 de mayo unos 656.000 barriles y 642.000 barriles un día después, según los datos internos más recientes de PDVSA vistos por Reuters, por debajo del bombeo de 737.000 bpd reportado en abril.
En el terminal de exportación de Jose, en el oriente del país, los inventarios de Merey, la mezcla de crudo pesado característica de Venezuela, aumentaron esta semana a 9,6 millones de barriles, frente a 7,2 millones de barriles el 4 de mayo, reduciendo el espacio disponible a solo 318.000 barriles, según documentos de PDVSA vistos por Reuters.
Eso llevó a PDVSA [PDVSA.UL] a detener el domingo la mezcla de crudo en Petrosinovensa, una empresa conjunta con CNPC [CNPC.UL] de China, que convierte en Merey el crudo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco, según uno de los documentos. Las operaciones de Petrosinovensa reiniciaron esta semana, pero la planta ya había tenido que detenerse a mediados de mayo debido a sus altos inventarios de crudo, según otro de los documentos. La instalación produjo alrededor de 100.000 barriles por día (bpd) entre el 20 y el 24 de mayo. El mejorador de crudo del proyecto Petropiar, una empresa conjunta entre PDVSA y Chevron Corp (CVX.N), es la única de las cinco plantas de mejoramiento y mezcla del país que continúa operando, procesando unos 120.000 bpd de petróleo extra pesado para producir crudo Hamaca, según el documento, aunque también enfrenta altos inventarios.
El aumento de las existencias ocurre en medio de una nueva caída en las exportaciones. Desde el primer trimestre, la rusa Rosneft (ROSN.MM), que fue el mayor intermediario del crudo venezolano en 2019, ya no compra petróleo de PDVSA debido a las sanciones de Estados Unidos a dos de sus unidades comerciales.
Ni PDVSA ni el Ministerio de Petróleo de Venezuela respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Chevron delegó cualquier comentario al respecto en PDVSA.
Con el aumento de los inventarios, PDVSA se ha visto obligada a recortar la producción de crudo extrapesado en la Faja.
Las áreas asignadas a Petropiar, el proyecto más productivo del país en marzo con unos 123.000 bpd según un documento de PDVSA, ahora están produciendo alrededor de la mitad de esos niveles, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto.
El proyecto Petromonagas, que produjo unos 75.000 bpd en marzo según el documento, también redujo sustancialmente la producción en las últimas semanas, dijo una de las personas, aunque Reuters no tuvo acceso a cifras específicas sobre los niveles actuales de extracción.
En las zonas productoras del occidente del país cercanas al Lago de Maracaibo, la empresa mixta Petroboscan entre PDVSA y Chevron también detuvo extracción este mes debido a sus altos inventarios, según cuatro personas con conocimiento del asunto.
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