Una crisis de ansiedad y depresión afecta a médicos del estado Táchira, debido a las condiciones laborales en las que se encuentran y las cuales se han agudizado por la pandemia del Covid-19.
Por: Maryerlin Villanueva / LA PRENSA TÁCHIRA
Bajo salarios, falta de insumos médicos y material de bioseguridad, ha incrementado la fatiga y el cansancio en los galenos y enfermeros que día a día prestan sus servicios a los pacientes en los diversos centros de salud de la región.
Lorena Novoa, presidenta de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, capítulo Táchira indicó que la falta de protección como mascarillas, caretas, guantes, entre otros implementos que fortalezcan el sistema inmunológico, puede desestabilizar mentalmente a los galenos.
“Estar estresado, preocupado, puede debilitar el cuerpo, por lo que considero que en la actualidad se está trabajando con gran desventaja, pues algunos sostienen que acuden a los hospitales a lo estrictamente necesario, ya que no hay una garantía de evitar el contagio” dijo.
Sostuvo que la llegada del virus, ha generado miedo, incertidumbre, pesimismo, lo que pueda generar problemas de sueño, una alimentación apropiada ante la falta de recursos, entre otros.
Los jóvenes serían los más afectados, pues no ven un futuro establecido de continuar con la crisis que se lleva en el país, y el cual no tiene mejora a corto o mediano plazo.
“Es necesario llevar una calma mientras se llega ese cambio tan anhelado, vivir de la mejor manera, y saber llevar todas las cosas que tenemos pendiente” agregó.
Raquel Ariza, miembro de la Sociedad de Médicos Unidos de Venezuela en Táchira, reconoció el temor, miedo y angustia que están padeciendo a día a día el personal que trabaja en los hospitales.
“Esto ha ocasionado muchos trastornos de sueño, pérdida de apetito, cambios en el humor, lo que requiere un servicio especial para su atención, que no debe ser mal visto, pues los médicos también son seres humanos” agregó.
Ante esto, recomendó que quienes tengan este padecimiento, deben darse una buena ducha, darle “cariños a su cuerpo” a través de cremas y lociones.
También, ver programas de televisión que no incluyan hechos de violencia o incitación al odio, acudir a un parque para caminar, pero cumpliendo los protocolos de bioseguridad.
Trabajo no reconocido
El jefe de emergencia del Hospital Central, Carlos Saavedra, manifestó sentirse deprimido, debido a todas las situaciones que se vienen registrando producto del Covid-19.
“El ser médico no es un trabajo que esté reconocido por la sociedad, pues no te pagan bien, y tienes que acudir a los hospitales a ver pacientes contagiados de Covid-19, una enfermedad que es mortal, y estás expuesto a ello” acotó.
Precisó que muchos galenos tienen comorbilidades, como hipertensión o taquicardias, esto debido a la labor que realizan, y pese a ello, continúan brindando atención a quienes así lo requieran.
“La mejor terapia para la depresión es recordar que están en un sitio donde están ayudando, pues el reconocimiento de uno hacia uno es lo más importante, es lo que motiva y llena de valor” añadió.
Presión
La médico Karina Súarez, explicó que en muchas oportunidades ha sentido depresión, ante el incremento de número de fallecidos bien sea confirmados o sospechosos al virus.
Su labor en la atención Covid-19, la obligó a desprenderse de sus padres, sin embargo, cuando decidió verlos nuevamente, no pudo evitar llorar al abrazarlos.
Para evitar la frustración, se ocupa de ver videos cómicos en su teléfono, leer y mantener la mente ocupada, así no padece de “ansiedad momentánea”.
“Siempre que inicio una nueva guardia es un nuevo día, un nuevo reto, lo que ocurra en ella me sirve de experiencia para mejorar y aprender que debo ser multiplicador de esperanza más que desosiego, es por ello, que siempre trato de darle calma y paz a los pacientes” añadió.
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