«Hoy tenemos más capacidades para neutralizarlos. He dado las órdenes de que los llamen a botón a uno por uno, no me importa el apellido que tengan porque algunos creen que tienen apellidos intocables». Esa fue la advertencia que Nicolás Maduro lanzó contra los empresarios el pasado jueves 29 de julio, para responsabilizarlos de la especulación que se ha dado con la moneda, y de las «perturbaciones económicas» que se registran en Venezuela.
Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara
Sus declaraciones se dieron tan sólo nueve días después de que la vicepresidente de la República, Delcy Rodríguez, participara en la 77° Asamblea Anual de Fedecámaras, en un nuevo intento de diálogo con el sector privado. Pero analistas políticos y algunos empresarios escépticos, consideran que el tono retador del mandatario echa por tierra cualquier posibilidad de mejora económica, y que su propósito fundamental es perjudicar la unidad y la reputación empresarial.
«Nosotros somos gente de diálogo, en situaciones de guerra o de conflicto lo único que conduce a una solución es un diálogo, las otras vías tienen resultados demasiados costosos. Buscamos debatir sobre la necesidad de mayor libertad económica; que se respete la propiedad privada y el derecho al trabajo», expresó Pablo Chirinos, presidente de Fedecámaras Lara. Desde marzo, el gremio ha tenido reuniones con la Asamblea Nacional (AN) del chavismo, en la denominada «Comisión de Paz, Diálogo y Reconciliación», que hasta ahora no ha dado resultados. La principal propuesta en esa ocasión fue un plan de vacunación anticovid para inmunizar a seis millones de personas gratuitamente, pero que Jorge Rodríguez, presidente de ese parlamento, rechazó un mes después.
A partir de allí ha surgido cualquier tipo de debates, entre los que creen que Fedecámaras le ha lavado la cara a un Gobierno desconocido por más de 60 países del mundo, y los que consideran que a pesar del zarandeo oficial los empresarios deben procurar la reconciliación ante un aparato productivo destruido, que hoy apenas representa el 17% de lo que era en 2013.
«Personalmente, no creo que vayamos por buen camino manteniendo actitudes pasivas con el régimen, cediendo no vamos a conquistar espacios. Hablando con el Gobierno sólo podremos lograr migajas. La lucha que hemos propuesto los agropecuarios es que ni siquiera nos acercamos al Gobierno a negociar un litro de gasolina. Hemos tratado de resolver la escasez de combustible e insumos de manera particular porque no perdemos tiempo con una dictadura que negocia con la bota en el cuello de los empresarios, sin producir cambios», exclamó Antonio Escalona, presidente de la Unión Agrícola y Ganadera De Los Andes (Unagandes).
Juan Pablo Olalquiaga, expresidente de Conindustria, también objetó el diálogo de la directiva de Fedecámaras, así lo dejó claro en una entrevista publicada por el portal web La Gran Aldea. «El que no se haya producido una transición política, obliga a buscar que en las condiciones en las que opera la economía se mejoren a través de algunas políticas públicas mínimas que el régimen puede ejecutar. Aunque es algo pequeño, ciertamente puede ser de ayuda; y eso es lo que quiere la directiva de Fedecámaras. Pero lo manejaron muy mal, porque cuando te tomas una foto pública con un representante del régimen de la importancia de Delcy Rodríguez, la legitima tanto a ella como al régimen sin obtener nada como contrapartida. Yo entiendo que en este momento pareciera que Maduro no va a caer, pero si tú quieres conseguir algo, primero negocias y después te tomas la foto, el error de Fedecámaras es que legitimó y lo hizo de gratis», expresó.
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