El Gobierno de España defiende que España que no ha violado ninguna convención internacional al aceptar la llegada a Madrid del líder opositor venezolano Leopoldo López quien abandonó la embajada española en Caracas.
«El señor López era un huésped de la embajada de España en Caracas y no un rehén. Un huésped es alguien que está, llega, se queda y puede marcharse cuando así lo decide, y así ha sido en este caso, él se ha marchado por su propia voluntad”, aseguró la canciller Arancha González Laya.
A través de un comunicado, el régimen de Nicolás Maduro acusó al Gobierno del Reino de España de violar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas al facilitar la fuga del líder político opositor, Leopoldo López. Asimismo, el canciller de la dictadura confirmó que se estarían llevando a cabo las investigaciones pertinentes.
«Venezuela denuncia la flagrante violación integral de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas por parte del Gobierno del Reino de España, al facilitar, con notable complicidad, la fuga del terrorista Leopoldo López. Las investigaciones están en curso», denunció Arreaza en Twitter.
🔴 El Gobierno defiende que España que no ha violado ninguna convención internacional al aceptar la llegada a Madrid de Leopoldo López@AranchaGlezLaya: "El señor López era un huésped de la embajada española en Caracas y un huésped no es un rehén"
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— Radio 5 (@radio5_rne) October 27, 2020
PRIMERA APARICIÓN PÚBLICA
El líder opositor venezolano Leopoldo López ha comparecido este martes en Madrid, en su primera aparición pública tras salir de Venezuela el sábado pasado, para enfatizar que él nunca quiso dejar su país y que su intención, como la de todos los exiliados, es “regresar para liberar a Venezuela”. López ha calificado de “dictadura” al Gobierno de Nicolás Maduro, a quien ha llamado “criminal”. Su comparecencia en el Círculo de Bellas Artes de Madrid ha reunido de forma presencial, en plena pandemia, a decenas de periodistas. La expectación no era para menos: era la primera vez desde 2014 que el disidente se dirigía a la prensa.
Bajo un rótulo del Centro de Gobierno de Juan Guaidó —el presidente interino reconocido por unos 60 países— y flanqueado por una bandera venezolana, el líder opositor ha estado acompañado por su padre , Leopoldo López Gil, eurodiputado del PP; su esposa, Lilian Tintori; y sus hijos. López ha iniciado sus palabras agradeciendo “a Dios, a los españoles y al Gobierno de Pedro Sánchez” su libertad. “Yo no quería salir de Venezuela. Las circunstancias me han llevado a ello. Recojo las palabras de Rómulo Betancourt [expresidente de su país]: Volveremos. Los venezolanos en el exilio vamos a regresar a Venezuela”.
López, que no ha querido dar información sobre su salida del país, aunque ha negado cualquier clase de pacto entre los Gobiernos español y venezolano para su libertad, apenas ha facilitado detalles sobre su rocambolesca aventura para abandonar Venezuela, aunque sí ha especificado que viajó en un vuelo comercial, no privado. Como explicación a su discreta llegada al aeropuerto de Madrid, ha señalado que se trataba de una sorpresa para sus hijos: “Llegué en avión comercial, pedí que me pudieran sacar discretamente; lo que me hacía más ilusión era dar una sorpresa a mis hijos”.
Lo que sí ha hecho López durante su extensa comparecencia ante los medios es desgranar sus planes para su nueva etapa política como comisionado presidencial para el Centro del Gobierno de Guaidó: “Impulsar que en Venezuela se pueda materializar una elección presidencial libre, justa, verificable; hacer que los responsables de las violaciones de derechos humanos puedan ser sometidos a la justicia internacional y buscar todos los mecanismos para poder aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo, garantizar la ayuda humanitaria y económica en una de las crisis más profundas del planeta”.
Un López en plena forma, vestido con traje y corbata azul, ha cerrado filas con Juan Guaidó, ha hablado de unidad y se ha ratificado en continuar la lucha. “Nos caemos y nos levantamos; el que se cansa pierde”. A preguntas de este diario sobre el horizonte de la oposición al régimen de Maduro, no ha dejado lugar a dudas: “Quiero decirle, para la tranquilidad de los venezolanos, que Guaidó se va a quedar en Venezuela, y está dispuesto a ir preso y más”. Sin embargo, su salida del país latinoamericano pone un tanto en suspenso los planes del bloque de partidos que busca forzar la renuncia de Maduro y abre un escenario incierto sobre el liderazgo del frente opositor, cada vez más fragmentado. Juan Guaidó anunció días atrás que no concurrirá a las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre, por considerar que no se dan suficientes garantías democráticas, y que en su lugar convocará una consulta popular alternativa a esos comicios —cuestionados también por la Unión Europea— el 12 de diciembre. Esa iniciativa ha sido confirmada por López.
El ex preso político, que ha dicho que residirá en la capital de España como un exiliado más, ha anunciado que en cuanto el coronavirus se lo permita iniciará una gira internacional para recabar apoyos para la causa. Aseguró que el presidente Sánchez, con el que se reunió en la tarde ayer en la sede del PSOE, ha coincidido en calificar a Maduro de dictador y subrayó: “Nadie va a reconocer los resultados de las elecciones”. En una alusión velada a Podemos, socio de coalición del Gobierno español, López ha afirmado: “Quienes no acaben de entender que quien asesina, encarcela y reprime es un dictador como Maduro deben de revisar su propio concepto de la democracia y de los derechos humanos. No nos vamos a callar”.
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