Tal y como estaba previsto, Monseñor Mario Moronta ofició la homilía de este Viernes Santo en iglesia La Catedral, durante la cual ofreció la tradicional «Meditación de las 7 palabras».
Por Jhoana Suárez / La Prensa del Táchira
Durante su intervención, Moronta llamó a la iglesia a seguir los pasos de Jesús y a caminar junto a los hombres y mujeres, porque la «iglesia debe hacerse pueblo». Asimismo, aprovechó las palabras de Jesús en la cruz, para instar a la escucha y el dialogo entre hermanos.
«Es necesario promover la escucha y el dialogo. La iglesia debe propiciar el dialogo aún entre quienes lo manipulan«, señaló.
Instó a escuchar a Dios para el perdón, a escuchar el clamor de los hermanos que piden agua porque tienen sed, sobre todo en un mundo donde se quiere imponer un nuevo orden mundial.
«Urge que todos los miembros de la iglesia tengan la misma actitud de escuchar a quienes piden que se les dé el agua y el respeto. A los migrantes despreciados fuera de los caminos, a los sometidos a las esclavitudes de trabajo, narcotráfico, prostitución por parte de bandas irregulares. Que se escuche el clamor de quienes se han empobrecido y no consiguen un sueldo digno, una atención adecuada a su salud, una educación liberadora», dijo.
Asimismo, Moronta se refirió a la sordera que existe en la irracional guerra de Ucrania. «Aunque se muestran preocupados, en el fondo no les interesan las personas que sufre los horrores de la guerra, se les da la pócima amarga de carácter geopolítico, se repite lo mismo que en el calvario, cuando Jesús no recibe agua sino el vinagre amargo del egoísmo».
Comentó que aunque se usa el término discernimiento, no saben muy bien lo que significa, porque discernir es saber entender la voluntad de Dios.
«En cambio, muchos practican el antidiscernimiento, cuando se prefiere la guerra por razones geopolíticas, o se pretende imponer un sistema opresor de las libertades humanas, cuando en vez de promover la dignidad humana se opta por aprobar el aborto, la eutanasia y la destrucción de la familia. Cuando se abusa de menores en lo sexual o laboral o se permite el enriquecimiento de mafias y corporaciones«.
Monseñor llamó a luchar contra esa actitud, «la salvación es la meta definitiva»; agregó.
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