El turismo en Venezuela ha sido uno de los más golpeados en los últimos años. Con la llegada de la pandemia, el sector se vio perjudicado gravemente pues el método 7+7 implementado por el régimen les impide planificar. A pocos días de Semana Santa los trabajadores turísticos tenían la esperanza de recuperarse un poco, pero la segunda ola les arruinó los planes.
La Voz de América conversó con representantes del turismo de Venezuela para conocer cómo se las están ingeniando para sobrevivir en medio del coronavirus y de la peor crisis económica de la historia del país.
Por Álvaro Algarra / vozdeamerica.com
A diferencia del 2020, para el sector del turismo, en Venezuela, la situación ha cambiado paulatinamente. A un cierre completo de 10 meses se agregó, tras una limitada reapertura, la escasa venta de boletos aéreos, explica la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (AVAVIT).
“La oferta ha sido escasa, hay una falsa sensación de que se está vendiendo todo, pero es justamente por eso, porque la oferta es tan escasa que obviamente se vende todo lo que se está ofertando”, explicó Nicola Furnari, presidente AVAVIT.
Sin embargo, Nicolás Maduro anunció este domingo que se aplicarán medidas extremas, durante las próximas dos semanas, incluida Semana Santa.
“Una cuarentena radical consciente, voluntaria, familiar, comunitaria, con máxima vigilancia del estado y de las instituciones, y lo hacemos por la salud de la familia”, indicó Maduro.
La semana pasada, funcionarios del gobierno y la iglesia católica venezolana se reunieron para establecer algunos parámetros para los eventos típicos de esta época.
En ese contexto, María da Silva, con más de 15 años de experiencia en el turismo, destaca que actualmente es complicado planear alguna actividad o viaje, debido a la gran incertidumbre sobre lo que puede venir en el futuro.
“Es muy difícil, puesto que, con estas medidas inesperadas -en las que en un momento estamos flexibilizados y en otro estamos restringidos- creo que es complicado organizar cualquier espacio o actividad para fomentar el turismo”, indicó da Silva.
Antonio Márques, quien tenía previsto viajar, destaca que, a su juicio, es inviable empezar una operación turística en vista de la depresión económica que atraviesa la nación.
“No creo que ningún inversor en este momento venga a pasar las de Caín, como están pasado el sector comercial e industrial”, indicó Márques.
La pérdida de ingresos para el sector turístico, según el presidente del Consejo Nacional del Turismo, se elevó a un 85%, durante el último año.