La espera por combustible se extiende en y los usuarios al borde del colapso temen protestar por miedo a arremetida de los cuerpos de seguridad
Luis Valero tiene 77 años de edad y su vehículo está estacionado desde hace 10 días en la cola de gasolina de la estación El Valle, San Diego. Su tanque quedó completamente vacío y cada vez que la policía municipal le pide mover su carro, realiza un esfuerzo sobrehumano para empujarlo.
El septuagenario se ganaba la vida taxeando y pensó que, por tratarse de una bomba de gasolina a precio internacional, abastecería su tanque sin tanta demora. Pero ya supero la semana de trasnocho en una espera interminable y sin ninguna certeza de cuándo volverá a montar pasajeros. “El hombro me duele de tanto empujar, ya no puedo más, pero me quedo porque no tengo cómo rodar el carro y es de lo que vivo”.
En la misma cola y con ocho días sin trabajar se encuentra Elizabeth Moreno. En una mezcla de cansancio e impotencia se lamenta de no poder guardar su vehículo por la noche en la seguridad de su casa por falta de combustible. “Es difícil porque ya no tenemos gasolina ni siquiera para movilizar los carros a nuestros hogares”.
Parálisis total
Moreno también siente frustración por el cambio abrupto que ha sufrido su rutina. En el día come a bocados amargos en plena cola y pide el baño prestado a los vecinos, mientras que por noches se recuesta retorcida y con miedo dentro de su vehículo. Sólo encuentra apoyo en los compañeros de fila que se cuidan unos a otros. “Estamos paralizados totalmente. No podemos hacer mercado, ni ir a la farmacia y tampoco movilizarnos para ver a nuestros familiares enfermos. Esto es insoportable”.
Angélica Acosta tiene 20 días intentando llenar su tanque en las bombas subsidiadas de San Diego porque no cuenta con los recursos para comprar gasolina a $0.5 el litro. Ha experimentado la desesperación de estar a punto de surtir su vehículo cuando le notifican que se acabó el combustible en la estación.
Ahora Acosta se encuentra en la fila de la E/S Monte Mayor, a la que acude una noche antes de su día correspondiente según el número de placa. Después de tres semanas, todavía no pierde la esperanza de ver aparecer una gandola.
Amedrentamientos
En más de una semana ninguna estación de servicio de San Diego ha suministrado gasolina. Acosta y sus compañeros temen iniciar una protesta por miedo a que los cuerpos de seguridad arremetan contra ellos.
Javi Ruiz, otro conductor paralizado, indicó que en ocasiones la policía local los corre de la avenida Don Julio Centeno y deben continuar las colas desde la vía de servicios. “No protestamos porque después la policía se viene contra nosotros”.
Otros usuarios señalan que los oficiales los mantienen amedrentados con alargar el plazo de la llegada del combustible si continúan denunciado irregularidades en el suministro de gasolina.
Estaciones de servicio en San Diego cerradas por falta de combustible.
Nilda Verratti indicó que la última vez que llegó la gandola a la E/S El Valle fue el domingo 6 de septiembre, pero que sólo 60 carros de la fila lograron abastecer sus tanques, antes de que cerraran la bomba con la excusa de que se había agotado la gasolina. “Después metieron a vehículos que estaban parqueados en otro lugar. Hoy nos dijo la policía que no iba a llegar gasolina, que tenemos una semana más de castigo por haber denunciado tantas veces el tráfico de influencia en el suministro”
“Cuando llegó la gasolina el domingo de la semana pasada eso parecía un concesionario”, explicó Emilia Rondón, una señora de la tercera edad que denunció que policías privilegiaron abastecimiento de vehículos ajenos a las filas. “Antes esperábamos cerca de la estación y ahora nos mandan para atrás para que no veamos cuando meten carros que no estaban en la cola”.
Denuncian desvío de gasolina
A medida que la crisis de gasolina se agudiza, crece la incertidumbre en los usuarios que no comprenden por qué tanto retraso en el municipio. “No entiendo por qué en bombas internacionales de Valencia llega la gandola cada tres días y en San Diego no llega ninguna en semanas”, protestó Rondón.
Otros conductores reclaman que el combustible producido en Carabobo se esté desviando para Caracas, mientras que la región crecen las colas.
El pasado viernes el director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Eudis Girot, informó que un tanquero de Pdvsa había arribado al estado Miranda para abastece a la capital venezolana.
La carga contenía 60 mil BLS de gasolina de 91 octanos y 100 mil BLS de gasoil, provenientes de la refinería El Palito.
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