La impresionante Ronda de Noche de Rembrandt es, literalmente, la pintura más grande jamás creada por el artista. Sus medidas, con 3,63 metros de altura y 4,37 metros de ancho, dan fe de ello. Y, sin embargo, durante siglos nadie había sido capaz de encontrar un secreto de la obra.
Ahora, un equipo de investigadores de toda Europa ha encontrado algo inesperado mientras estudiaban la acumulación de pintura que compone la famosa obra de arte del Siglo de Oro holandés: un compuesto de plomo raro llamado formiato de plomo. Dicho descubrimiento, el primero en la historia del estudio científico de las pinturas, proporciona una nueva visión de las técnicas de pintura del siglo XVII y la historia de conservación de la pintura.
Se sabía que la pintura se encargó para colgarla en el salón de banquetes de la Sala de Reuniones de los Mosqueteros en Ámsterdam. Algunos expertos han sugerido que la ocasión para dicho encargo junto a la serie de otros dados a otros artistas fue la visita de la reina María de Médicis de Francia en 1638.
El nuevo estudio ha formado parte del Operation Night Watch de 2019, el mayor proyecto de investigación y conservación jamás realizado para la obra maestra de Rembrandt, donde un equipo de investigación internacional unió fuerzas para estudiar cómo reaccionan químicamente y con el tiempo los materiales de pintura.
Para ello, se aplicó un instrumento de escaneo de rayos X directamente a la pintura, mientras que los pequeños fragmentos tomados de la pintura se estudiaron con microsondas de rayos X de sincrotrón. Así fue como estos dos tipos de análisis revelaron la presencia de un compuesto organometálico llamado formiatos de plomo. Este compuesto nunca antes se había detectado en pinturas históricas.
Según los investigadores:
En pinturas, los formiatos de plomo se informaron solo una vez en 2020: en pinturas modelo (maquetas, pinturas frescas). Y allí, fue una sorpresa. No solo descubrimos formiatos de plomo, sino que los identificamos en áreas donde no hay pigmento de plomo. Creemos que probablemente desaparezcan rápido, por lo que hasta ahora no se detectaron en las pinturas de los maestros antiguos.
En Operation Night Watch, nos enfocamos en la técnica de pintura de Rembrandt, la condición de la pintura y cómo podemos preservarla mejor para las generaciones futuras. El formiato nos brinda valiosas pistas nuevas sobre el posible uso de la pintura al óleo a base de plomo de Rembrandt, el impacto potencial de los barnices a base de aceite de los tratamientos de conservación anteriores y la química compleja de las pinturas al óleo históricas.
Cuentan en el trabajo que para descubrir el origen del formiato, estudiaron fragmentos extraídos de La ronda de noche y muestras de maquetas preparadas en el laboratorio simulando las formulaciones del pintor. Lo investigadores sugirieron que Rembrandt usó aceite de linaza orgánico que contenía óxido de plomo disuelto para mejorar sus propiedades secantes.
Un estudio de gran calado, ya que además de mostrarnos como trabajaba el genio de Rembrandt, abre nuevas vías sobre la reactividad de los pigmentos históricos y sobre la preservación del patrimonio. De hecho, el siguiente paso para el equipo será estudiar más a fondo el origen de estos formiatos.
Con información de ScienceAlert
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