La nueva directiva de la Asamblea Nacional electa en 2015 se plantea, con una nueva directiva conformada solo por mujeres en el exilio, recuperar la unidad y el apoyo de los venezolanos para derrotar al chavismo en las presidenciales del próximo año. Dinorah Figuera, presidenta; Marianela Fernández, primera vicepresidenta, y Auristela Vásquez, segunda vicepresidenta, piden a los dirigentes de Voluntad Popular dejar la “guerra de micrófonos” porque consideran que eso atenta contra el proceso interno.
Figuera declaró a El Nacional que uno de los objetivos fundamentales es consolidar la unidad llamando a los factores que no votaron en la decisión de eliminar el gobierno interino, que durante cuatro años estuvo a cargo de Juan Guaidó. Dijo que ha tratado de generar conciencia de que tienen que prevalecer los resultados de 2015, cuando la oposición sobrellevó las diferencias, tomó una decisión unánime, hizo una gran movilización por todo el país y ganó con más de 60% de la votación.
“No es una lucha de los partidos políticos, es una lucha de todos los ciudadanos. Volver a ese espíritu de lucha nos va a llevar a la victoria, a la unión verdadera de todas las fuerzas sociales y políticas y que obtengamos ese rotundo éxito en las presidenciales”, manifestó por su parte Fernández.
El Parlamento, en su opinión, quiere recuperar su credibilidad institucional y para lograrlo no puede funcionar con discrecionalidad ni con secretismo porque en nada ayudaría, señaló Figuera. Y expuso que en el plan que se trazaron, además de la protección de los activos de la República en el exterior, está el apoyo a la Plataforma Unitaria, a la Comisión Nacional de Primaria y el cumplimiento de los objetivos en la negociación de México.
“No nos hemos desvinculado”
Figuera (España), Fernández (Estados Unidos) y Vásquez (España) están exiliadas. Tres días después de que los partidos políticos en los que militan (Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática) las eligieron para que lideraran el Parlamento, el chavismo ordenó capturarlas, acusándolas de usurpación de funciones, traición a la patria, asociación y legitimación de capitales.
Por esa criminalización y persecución, trabajarán desde el exterior, una posición que no les impide comprender la complejidad de la crisis en Venezuela y que les permite “no estar al alcance del cobarde fiscal” general Tarek William Saab.
Figuera apuntó que hay 7 millones de migrantes, de los cuales más de 40% son votantes. Esas personas, dijo, tienen familia dentro del país, una población que considera está agredida socialmente, desdibujada en su calidad de vida, que tiene los indicadores más altos de mortalidad materna e infantil y con una grave situación de desnutrición.
Aseguró ser consciente, al vivir fuera de su país, de que la mayor crudeza está en el interior de Venezuela, pero también dijo que lo que pasan los desplazados, sobre todo en Latinoamérica, es dramático. La diputada lamentó que muchos estén sometidos a explotación laboral, secuestro, trata de personas y esclavitud moderna.
La directiva, destacó la segunda vicepresidenta, está en contacto frecuente con sus compañeros políticos en el país, con gremios y sindicatos que aún resisten en Venezuela, y hace un constante monitoreo sobre la situación local.
“Cesar la guerra de micrófonos”
Las parlamentarias pidieron que prevalezcan las discusiones internas y exigieron a Voluntad Popular y a sus líderes “cesar la guerra de micrófonos”, generar acción para que las personas participen en los procesos comiciales que se aproximan y saber que, si la oposición tiene éxito, llevarán a Venezuela hacia la recuperación.
Figuera calificó de irresponsable que Leopoldo López asegurara el 12 de enero que hay dirigentes de los partidos AD, PJ y UNT que no tienen interés en que ocurra la primaria porque, según, prefieren que el candidato opositor se elija por consenso. Unas afirmaciones que las diputadas negaron a El Nacional.
Guaidó reforzó las críticas de su mentor dos semanas después y acusó, en una entrevista publicada por El Debate el 26 de enero, a los líderes de esos tres partidos que dirigen la mayoría en el Parlamento, de llevar más de 20 años tomando decisiones sin rendir cuentas. Además, los señaló de darle la espalda a la Constitución, de hacer concesiones a Maduro y de priorizar el interés político sobre la lucha común.
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