«Agradecemos profundamente el reconocimiento a la voluntad soberana de todos los venezolanos. Este gesto honra el deseo de cambio de nuestro pueblo y la gesta cívica que juntos protagonizamos el pasado 28 de julio». Así reaccionaba Edmundo González a un tuit colgado por el secretario de Estado de EE.UU. el martes en el que reconocía al opositor como el presidente electo de Venezuela (ganó las elecciones con el 70% de los votos). «El pueblo venezolano se pronunció contundentemente el 28 de julio y nombró a Edmundo González electo. La democracia exige respeto a la voluntad de los electores», escribió el secretario de Estado.
El mensaje de Blinken fue recibido con esperanza por la oposición, que ve en él un gesto que consolida el camino de regreso de Edmundo González a Venezuela -que tuvo que exiliarse a España el pasado mes de septiembre debido a la persecución judicial del régimen de Maduro-, para asumir la presidencia el próximo 10 de enero en Caracas. Un sueño para muchos y un objetivo claro para González y para el que habría un plan establecido, «que no se puede desvelar ya que me dijeron que hay una comitiva esperándome», declaró el presidente electo esta misma semana en el canal colombiano NTN24, en clara alusión a unas declaraciones realizadas por el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello. El presidente electo descartó así la creación de un gobierno paralelo al de Maduro en el exilio. «Juramentaré, sin ninguna duda, en los términos de la Constitución en Venezuela y ante los órganos legislativos previstos para ello», subrayó González.
Consolidación
Para el exalcalde de Caracas, responsable del comando de María Corina Machado en España, Antonio Ledezma, «el reconocimiento de EE.UU. es el resultado de varios pasos que se han ido consolidando: el primero, la batalla de las actas que, sin lugar a dudas, ganaron Edmundo González y María Corina; después el debate público, en el que portavoces de distintos países reclamaron las actas -EE.UU., España, Brasil, Colombia…-; y lo que corresponde ahora es consolidar el ciclo del reconocimiento, algo que ya hizo el Congreso de España, el Parlamento Europeo, y los parlamentos de Chile, Ecuador, Argentina, Guatemala…», argumenta a ABC.
«Ahora viene también el reconocimiento de los gobiernos -añade-, como lo ha hecho el secretario de Estado de Biden. Aquí, en Europa, hace unas horas el propio Borrell ha sido muy duro con el régimen de Maduro y ha reconocido el triunfo de Edmundo González; también han sido muy claros sobre eso Milei, en Argentina; y Boric, en Chile; así como la posición que ha mostrado Lula, presidente de Brasil y una figura de gran peso en la geopolítica de la región».
Ley Bolívar
Entre esa cadena de gestos de apoyo hacia Edmundo, Ledezma menciona la ley Bolívar, aprobada recientemente en el Congreso de EE.UU., que impide hacer negocios con quienes cooperen con el Gobierno de Maduro. «Esto significa que tenemos un presidente electo cada vez más reconocido, más validado; frente a un Maduro cada vez más aislado».
El exalcalde de Caracas quiere destacar a su vez la labor que afronta González, «que lejos de sentimientos revanchistas, busca ejercer un papel de reconciliador de todos los venezolanos, lograr que Venezuela respire paz, y para ello está ofreciendo un puente de plata a Maduro con una transición pacífica y ordenada».
En palabras de Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el reconocimiento de Edmundo González por EE.UU. representa un cambio trascendental con implicaciones significativas en múltiples dimensiones, tanto para la dictadura de Nicolás Maduro como para la política internacional. «A partir del 10 de enero, este acto de reconocimiento no solo intensificará la presión sobre el régimen de Maduro, sino que también marcará un precedente en el posicionamiento diplomático de los EE.UU. y del mundo libre», señaló este martes.
A lo que añadió que el segundo mandato de Trump consolidará un enfoque más firme y alineado con la política exterior republicana, lo que promete mayores sanciones, un endurecimiento del cerco internacional contra Maduro, y una continuidad en el reconocimiento diplomático por parte de otros países aliados».
Ira del Gobierno chavista
La reacción del Gobierno chavista al tuit de Blinken fue la ira. El presidente Maduro rechazó el gesto calificándolo de «ridículo», mientras que el jefe de la Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez, arremetió contra el presidente electo y su promotora Machado, a quienes pidió que fueran juzgados por supuesta traición a la patria e inhabilitados de manera «permanente».
Rodríguez también mostró su rechazo por la ley Bolívar norteamericana, a la que respondió ordenando la creación de una nueva norma para sancionar a las personas acusadas de traición a la patria y que hayan apoyado las sanciones con el fin de que «puedan ser juzgadas dentro y fuera de Venezuela por vía telemática».
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