España ha desmentido a Nicolás Maduro: los dos españoles detenidos por el régimen chavista «no forman parte del CNI ni de ningún otro organismo estatal». Así de rotundo se expresó esta mañana el Ministerio de Asuntos Exteriores después de conocer a última hora de la tarde de este sábado, durante una rueda de prensa del ministro de Relaciones Interiores venezolano, Diosdado Cabello, que dos ciudadanos vascos se encuentran en estos momentos detenidos en Caracas por, según el gobierno de Maduro, ser miembros del CNI y formar parte de un plan terrorista junto a la CIA para asesinar a Maduro, Delcy Rodríguez y el propio Cabello.
Según ha podido saber ABC, los familiares de José María Basoa y Andrés Martínez Adasme denunciaron sus desapariciones a la Ertzaintza el pasado lunes 9 de septiembre, que se puso en contacto inmediatamente con el Ministerio de Asuntos Exteriores. La policía vasca confirmó esta semana a las familias que estaban detenidos. Desde el ministerio que dirige José Manuel Albares se escudan en la ley de protección de datos para no dar información sobre los dos detenidos. Tampoco aclaran desde cuándo saben que Basoa y Martínez están detenidos.
En sus perfiles de Linkedin, Basoa y Martínez aportan muy poca información sobre sus profesiones. El primero figura como «técnico superior en instalación, reparación y mantenimiento de instalaciones de gas, calefacción, fontanería y clima» con experiencia en España y Alemania. Martínez simplemente asegura que es de Bilbao y que es un desempleado en busca de oportunidades.
Familia «en shock»
Tras la rueda de prensa de Cabello, ABC se puso este sábado en contacto con un familiar de los detenidos, quien afirmó que están «en shock». Afirmó también que «la situación está controlada» y que no querían «hablar de ello». Si realmente Basoa y Martínez forman parte del CNI, lo que parece claro es que las familias no lo sabían y, al no tener noticias de ellos, denunciaron sus desapariciones a la Ertzainza y se movilizaron en redes sociales para intentar dar con su paradero.
Los familiares no sabían nada de ellos desde el pasado 2 de septiembre. A través de los servicios de alerta local del municipio colombiano de Inírida lanzaron un aviso el 10 de septiembre ante la «desaparición» de los dos. Decían que los dos habían salido en un avión desde Madrid rumbo a Caracas el 17 de agosto, los calificaban como «turistas» y decían que «viajaban sin guía».
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraron a última hora del día de ayer que la Embajada española había enviado «una nota verbal al Gobierno de Venezuela pidiendo el acceso a los detenidos, con el fin de verificar sus identidades y su nacionalidad y, de ser verificadas, conocer qué se les acusa exactamente y que puedan recibir toda la asistencia necesaria«. Esta mañana también han afirmado que el Consulado español en Caracas, la Dirección Generales de Consulares y el Gabinete del Ministro »se mantienen en permanente contacto con las familias de los detenidos«. Desde el Ministerio de Defensa, de quien depende el CNI, no se han pronunciado al respecto. Una vez aclarado que Basoa y Martínez no forman parte del CNI, este asunto depende de Exteriores.
Dos días después de las palabras de Robles
Se da la circunstancia de que el anuncio de este esábado de estas dos detenciones y las acusaciones por parte de Venezuela hacia Basoa y Martínez se produjeron dos días después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, acusara al régimen de Nicolás Maduro de ser una «dictadura», lo que llevó a Venezuela a convocar al embajador de España en Caracas y de llamar a consultas a su embajadora en Madrid, quien volvió a su país el mismo viernes.
Las palabras de Robles sirvieron como pretexto para que Venezuela culminase la amenaza de principios de esta semana, cuando tras el reconocimiento por parte del Congreso de los Diputados a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, pidió a Maduro que rompiera relaciones diplomáticas y comerciales con España.
La propuesta no de ley (PNL) presentada por el Partido Popular, reflejaba el sentir general de los representantes de los ciudadanos en la Cámara Baja. Pese a que el reconocimiento salió adelante, desde el Gobierno de Pedro Sánchez no reconocieron a Edmundo González como presidente electo. Al no hacerlo, fuentes diplomáticas consultadas por este diario afirmaron entonces que Venezuela iba de «farol» con la amenaza de romper relaciones diplomáticas: «Maduro no puede romper relaciones diplomáticas con el Congreso de los Diputados de España. Pero está utilizando este reconocimiento para lanzar un mensaje al resto de países y que sean conscientes de que si siguen por esta misma senda que España, cortarán relaciones. Maduro teme que esto se convierta en un caso como el de Guaidó«. Mientras tanto, Venezuela estará pendiente de lo que ocurra el jueves en Bruselas, cuando la UE votará si reconoce a Edmundo González como presidente electo.
Recepción a Edmundo González de perfil bajo
En el contexto de la amenaza de Maduro a España, Pedro Sánchez adoptó un perfil bajo al recibir a Edmundo González en el Palacio de la Moncloa, donde hicieron un paseíllo por los jardines sin reconocimiento. Desde el Gobierno redujeron el encuentro a un mero «gesto humanitario», como declaró el propio presidente días antes de recibirle.
A la falta de información más detallada por parte de Exteriores sobre los dos ciudadanos españoles detenidos -a qué se dedican y qué hacían en Venezuela- parece que el hecho de que Edmundo González haya solicitado asilo político en España y las declaraciones de Margarita Robles, podrían haber llevado a Venezuela a instrumentalizar la detención de dos turistas españoles como presos políticos.
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