La tecnología con la que la dictadura chavista «hackea» los teléfonos móviles de los venezolanos proviene de Israel. La empresa Cellebrite, basada en esa nación, vendió su plataforma para piratería informática al régimen de Nicolás Maduro en el año 2013.
Por Primer Informe
El sistema llamado UFED Touch Ultimate, al parecer, no está clasificado como una herramienta de uso militar en Israel. De acuerdo con el Ministerio de Defensa de ese país, las sanciones impuestas por EE.UU. a la dictadura venezolana no aplicarían para restringir la venta del sistema.
Desde finales de 2019, Maduro quiere comprar una versión más avanzada, el UFED Touch 2. La transacción, sin embargo tiene sus adversarios.
El abogado de derechos humanos Eitay Mack, pidió a la Agencia de Control de Exportaciones de Defensa del Ministerio de Defensa de Israel, que supervise a Cellebrite. Sobre todo sus relaciones con el régimen de Maduro.
Mack quiere que Cellebrite sea clasificada como un exportador de equipos militares y que se le prohíba exportar sus sistemas de espionaje cibernético.
En Venezuela, diversas organizaciones también se pronunciaron en contra de que la empresa israelí venda ese equipamiento a Maduro.
Ya no trabaja con Maduro
Cellebrite, por su parte, niega cualquier intención de ofrecer el sistema a la nación sudamericana.
“Cellebrite no ha trabajado con clientes de la defensa o la policía en Venezuela durante varios años y no cambiará su política con respecto al país mientras el régimen actual se mantenga en el poder”, dijo la firma.
El Partido Comunista Chino ha perseguido a los jóvenes pro democracia de Hong Kong usando la tecnología de Cellebrite.
La empresa una parte importante del mercado forense móvil, proporcionando a las fuerzas policiales, agencias gubernamentales y empresas privadas de todo el mundo.
Proveen hardware y software que permiten a los investigadores extraer información de la mayoría de los dispositivos portátiles, incluso si los datos se han cifrado, eliminado o cargado a la nube.
La compañía ha enfrentado acusaciones de activistas de derechos humanos por vender sus sistemas al régimen chino en su intento de reprimir a los manifestantes prodemocráticos en Hong Kong. También se dice que proveyó la tecnología al gobierno en Bielorrusia.
EL CICIP, la policía científica venezolana, usa los sistemas de Cellebrite desde al menos 2015. Según el fallo de una corte de apelaciones venezolana, UFED Touch Ultimate también se utilizó ese año para piratear los teléfonos de los sospechosos.
Desde entonces, la unidad evidentemente ha seguido usando el dispositivo e incluso lo mostró en una exhibición de las fuerzas de seguridad en 2017.
En el acuerdo de Términos de uso de Cellebrite, se reserva el derecho de desactivar sus dispositivos de forma remota. Esa desactivación se puede hacer por pedido judicial o si se detecta que el comprador ha dado un uso indebido a la licencia o está violando las leyes.
Con información de Haaretz.
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