Venezuela sólo produce el 35 % del gas que requieren las familias para cocinar sus alimentos. Así lo asegura Nelsón Hernández, especialista en materia energética y miembro de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat. Precisó que en promedio el país demanda 40 kBD, (miles de barriles diarios) únicamente para el llenado de bombonas, y apenas PDVSA está produciendo unos 15 kBD.
Por Ana Uzcátegui | La PRENSA LARA
Esa cantidad deficitaria de Gas Licuado de Petróleo (GLP), que requiere el 80 % de la población que tiene bombonas, es racionado «perversamente», por el gobierno venezolano, aplicando mecanismos de control social en las comunidades más pobres, pero que más votos le han generado al PSUV en las elecciones. Así lo denunció Marisol Bustamante, politóloga y directora general de la organización civil Transparencia Ciudadana, que monitorea los servicios públicos en Lara.
Según el último informe publicado por el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos en enero 2021, Lara es el tercer estado del país con peor distribución de gas. «Sólo el 30,6% de los habitantes en Iribarren reciben gas doméstico cada tres o más meses», indica esta ONG.
Bustamante asegura que en comunidades como Los Olivos, al oeste de Barquisimeto donde habitan 800 familias, los cilindros de 10 kilos llegan cada cuatro meses, y a los ciudadanos les solicitan el Carnet de la Patria o los atienden según estén inscritos en el censo de la cajas de alimentos CLAP.
«Utilizan el censo CLAP como una política de Estado para reducir el número de bombonas que deben entregar por familia. Cuando PDVSA Gas Comunal no había pasado en calidad de comodato a ser administrada por la Gobernación de Lara, tenían establecido que una familia conformada por cinco personas, debía recibir un cilindro de 10 kilos cada 15 días. Ahora pueden pasar más de 90 días para ser atendidos, en promedio es el mismo tiempo que el gobierno tarda en entregarles los alimentos subsidiados», argumentó.
Comentó que aquellas comunidades de Barquisimeto en extrema pobreza, donde hay instaladas Bases de Misiones del PSUV, las bombona de gas de 10 kilos llegan cada 40 días, porque suelen ser comunidades vigiladas y controladas por el partido de gobierno para la movilización y participación electoral.
«Hay otras comunidades en pobreza pero que las denominan zonas de silencio, que no tienen tanta incidencia política, porque son lugares señalados como opositores. Allí el servicio de gas es casi nulo o llega con menos frecuencia. Una de los municipios más afectados ha sido Palavecino, donde en 2014 y 2017 más protestas políticas contra el gobierno se registraron», manifestó.
En urbanismos como Valle Hondo, parroquia José Gregorio Bastidas de esta jurisdicción, ciudadanos que tienen bombonas de 43 kilos han pasado hasta un año cocinando con leña y cocinas eléctricas porque Gas Lara no les despacha el servicio así hayan cancelado.
«Los servicios públicos son suministrados a través de mecanismos partidistas, excluyentes, discriminatorios en Venezuela, constituyendo una violación a los Derechos Humanos (DD.HH) de la población. Los DD.HH son universales, ninguna persona puede ser excluida por su vinculación política, sexo o característica de ninguna índole», exclamó Nelsón Freítez, sociólogo y coordinador de la Red de DD.HH en el estado.
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