Dos oficiales, Teodoro Campos y Daniel Comisso, uno del Ejército y otro de la Armada, uno coronel y el otro contralmirante, uno lo dijo hace 12 años, el otro lo manifiesta hoy ante Infobae. Ambos coinciden en que el territorio en reclamo del Esequibo es de Venezuela. El coronel se hace eco de las críticas hacia lo que llama militares bolivarianos “que en la práctica son militares socialistas”. Comisso asevera que “sólo un estado títere, integrado por cretinos sumisos a una dirección y control extra frontera, puede ser utilizado para desconocer y profanar sus valores y tradiciones históricas”.
Por Sebastiana Barráez | Infobae
Los dos altos oficiales retirados se pronuncian a propósito de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) haya rechazado, con 14 votos contra uno, la objeción preliminar de Venezuela a que se admita la demanda que interpuso Guyana pidiendo confirmar el Laudo de París 1899 sobre el territorio al oeste del río Esequibo.
“Es alarmante lo que está ocurriendo con el legítimo reclamo de Venezuela sobre la ilegal ocupación de territorio Esequibo. Han surgido innumerables críticas hacia los militares venezolanos autodenominados ‘bolivarianos’, o que en la práctica son militares socialistas 21. Existen muchas formas de expresar su inconformidad ante el manejo del Régimen Socialista 21 en relación a la disputa por el territorio Esequibo”, dice Campos Rodríguez, diputado de la Asamblea 2015, por la organización Avanzada Progresista, y coronel retirado del Ejército, egresado de la Academia Militar en 1987.
Capos marca las diferencias entre lo que llama “militares nacionalistas y los militares socialistas XXI”, demostrando cuál ha sido la actuación de lo que llama FAN Nacionalista ante varios hechos de la Historia de Venezuela cuando los militares “defendieron la soberanía nacional y no hicieron silencio cómplice”.
No quiere que se olvide lo que ocurrió con el incidente, de 1980, de lo que llama “la historia olvidada de ‘la Hipótesis de Caraballeda’, ejemplo de cómo, sin usar las armas, los militares venezolanos, en un ambiente de libertad y democrácia, pudieron incidir con sus opiniones en los asuntos de interés colectivo que lesionan al territorio o su población”.
El coronel hace énfasis en algunos incidentes fronterizos, el primero que detalla ocurrió entre el 13 y el 22 de agosto de 1952, “cuando la fragata colombiana ‘Almirante Padilla’ hizo ejercicios de fuego naval sobre la jurisdicción del Archipiélago de Los Monjes. El entonces Presidente de Venezuela, Germán Suárez Flamerich, y su Ministro de la Defensa Coronel Marcos Pérez Jiménez, ordenaron desplegar maniobras aeronavales que llevaron al Canciller colombiano Juan Uribe Holguín a reconocer la soberanía de Venezuela sobre Los Monjes”.
Otro episodio de la reafirmación de la soberanía, que narra el coronel Campos, “ocurrió en octubre de 1966 cuando pescadores fluviales venezolanos observaron a militares guyaneses ocupando la Isla de Anacoco en la confluencia del Río Cuyuni y el Río Venamo. Los pescadores informaron la novedad en el puesto de la Guardia Nacional acantonado en Tumeremo”.
“Un pelotón de guardias nacionales se trasladó a la Isla de Anacoco y desalojó a los militares, arrió la bandera guyanesa, derribó el hito fronterizo e izó la bandera venezolana. El pelotón fue después apoyado por el Gobierno Nacional con la construcción por parte del MOP (Ministerio de Obras Públicas) de instalaciones venezolanas permanentes”.
Dijeron “no”
El tercer hecho histórico que el coronel y diputado Campos Rodríguez detalla se dio en agosto de 1987, “cuando el entonces Presidente de Venezuela y su Ministro de la Defensa, organizaron una estrategia militar defensiva ante la incursión de la corbeta colombiana Caldas en el Golfo de Venezuela; esa corbeta después fue relevada en su posición por la corbeta colombiana Independiente. Los gobernantes colombianos al ver una reacción unánime de los venezolanos unidos para defender el territorio, decedieron retirar la corbeta Caldas del Golfo de Venezuela”.
Para Teodoro Campos “un acto no menos importante de soberanía nacional que realizó la FAN Nacionalista actuando no con sus armas, sino con su conciencia y el poder del amor a la patria y a todos los venezolanos, ocurrió en septiembre de 1980, en el Teatro de mi Alma Matter, la Academia Militar de Venezuela”.
“Ese día, se les presentó a los militares nacionalistas, el Proyecto de Delimitación de Aguas Marinas y Submarinas del Golfo de Venezuela entre la República de Venezuela y la República de Colombia. El proyecto del diferendo, presentado por el canciller venezolano (José Alberto Zambrano Velasco), fue fuertemente criticado por los Oficiales asistentes a la Academia Militar, al considerarlo desventajoso para Venezuela”.
“El Canciller fue abucheado y luego de esa contundente respuesta de los militares, el Presidente de Venezuela (Luis Herrera Campíns) declaró que el proyecto era una simple hipótesis y que ante el rechazo durante la consulta popular, habían sido paralizadas las negociaciones”, finaliza diciendo el coronel retirado del Ejército Teodoro Campos.
La hipotesis se cumplió
Por su parte, el Contralmirante Daniel Comisso Urdaneta está convencido que además del territorio, también el poder soberano de un Estado se manifiesta cuando se entrega la república a un “‘estado foráneo’ para que éste rija su destino y administre su patrimonio” y así lo dejó impreso en un artículo de octubre 2011, hoy más vigente que entonces.
Aunque se declaraba no experto en los intríngulis del caso del Esequibo, estuvo muy seguro que “el régimen castrochavista se ha empeñado desde su inicio, violando la Constitución y las leyes, en distorsionar los conceptos de soberanía, manipular la continuidad histórica y degenerar las instituciones estatales encargadas de prestar el servicio de seguridad de la nación, para poder imponer los intereses apátridas de la revolución cubana en Venezuela”.
“Los organismos de seguridad del Estado venezolano evaluaban cuatro hipótesis de conflicto para configurar, diseñar, planificar y ejecutar, las políticas de seguridad nacional y para estructurar y organizar sus ‘órganos burocráticos’ para su defensa, estas eran; 1) la generada por los intereses encontrados entre Venezuela y Colombia por la delimitación de las aguas del golfo de Venezuela; 2) la generada por el proceso de reclamación de la Guayana Esequiba a Guyana; 3) la de posibles aspiraciones expansionistas de Brasil; y 4) la de la penetración e invasión marxista-leninista por medio de la revolución cubana”.
Explicó, entonces, que la hipótesis Nr. 3, con Brasil, siempre mantuvo un muy bajo perfil y podría decirse que se ha diluido gracias a las excelentes relaciones con ese país desde hace más de treinta años.
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