Después de casi tres períodos escolares, poco a poco se ha ido revelando una mayoría de niños y adolescentes sin ningún seguimiento o atención dentro del sistema educativo y, más que a distancia, han quedado distanciados. Lo señala Encovi, monitoreos hechos por ONG y lo reportan las mismas comunidades escolares: la brecha entre niños y adolescentes se está haciendo difícil de cerrar y el regreso a la educación presencial se vuelve imprescindible.
Luna Perdomo | Gabriela Rojas | Tal Cual
No hay condiciones de infraestructura. La situación laboral de los docentes es insostenible. El virus no está controlado y los contagios se expanden. El plan de vacunación ni siquiera se acerca a la mitad de la meta de población inmunizada que había prometido el gobierno para esta fecha.
El diagnóstico de la precaria situación del sistema escolar venezolano suma más contras que pros cuando se pone en agenda el regreso a clases presenciales.
Aunque la educación a distancia sirvió como medida estándar para evitar la propagación del coronavirus, durante estos 18 meses —dos años escolares completos y un tercio de otro— se fueron profundizando diferencias entre los estudiantes, pues no todos los escolares, docentes ni hogares cuentan con el apoyo ni los recursos para realizar el acompañamiento que se les exige.
Los monitoreos hechos por ONG, diagnósticos, encuestas y reportes en comunidades escolares revelan que la falta de dispositivos tecnológicos o de conectividad se acentúa en los de menos recursos; que las madres y adultos del hogar no están en capacidad de hacer seguimiento ni de impartir la instrucción que se requiere, que los niños en edades tempranas están perdiendo habilidades de socialización y autonomía, y que en el transcurso de este año y medio se dio lugar a una brecha entre niños, niñas y adolescentes que se está haciendo difícil de salvar.
¿Volver o no volver? Maestras, profesores, directivos, madres, especialistas y estudiantes expresan por qué la presencialidad es un asunto que debe verse más allá de la pandemia.
Encovi pudo determinar que la disponibilidad de computadoras y tablets está limitada según la condición de pobreza. La dotación de estos equipos en los hogares ronda 24% (computadoras) y 8% (tablets o dispositivos similares). Lo más común es contar con un único celular en casa que cuenta con conexión a internet limitada y los hay en 78% de los hogares con menos recursos.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.