La oposición venezolana celebrará el domingo elecciones primarias para escoger a un candidato que enfrente al gobernante Nicolás Maduro el próximo año en unas elecciones que se espera tengan condiciones más justas y transparentes, tras el acuerdo esperanzador firmado esta semana bajo la mediación de Estados Unidos.
Por ANTONIO MARIA DELGADO – EL NUEVO HERALD
Es probable que la máxima dirigente del partido Vente Venezuela, María Corina Machado, gane fácilmente la votación del domingo aún cuando el régimen socialista de Caracas aún no ha levantado una medida administrativa que le prohíbe competir para un cargo público.
Este fue el punto de discordia durante las negociaciones entre representantes del régimen y de la oposición celebradas en Barbados el martes y casi interrumpió la firma de los documentos finales, dijeron fuentes de la oposición al Miami Herald.
Al final, las partes llegaron a un acuerdo verbal en el que el régimen permitiría a Machado presentarse a las elecciones presidenciales sin comprometerse a ello por escrito en los documentos firmados.
Al día siguiente, mientras anunciaban que Washington levantaba parcialmente sus sanciones al régimen como recompensa por firmar los acuerdos, funcionarios estadounidenses dijeron que entendían que los compromisos adquiridos por Maduro incluyen permitir que Machado compita en las elecciones y que de no hacerlo, eso conduciría a la reinstauración de las sanciones.
Los acuerdos también incluyen la liberación de los presos políticos del país y de al menos tres presos estadounidenses que Estados Unidos considera que son retenidos injustamente en la nación sudamericana. El jueves por la mañana, Maduro había liberado a seis de los aproximadamente 300 presos políticos venezolanos, pero el viernes por la tarde no vio nuevas liberaciones como era esperado.
Más de 20.7 millones de venezolanos registrados para votar pueden participar en las primarias abiertas, organizadas por la oposición sin la participación del poco confiable Consejo Nacional Electoral, que está totalmente controlado por el régimen.
Los organizadores hicieron esfuerzos para establecer centros de votación fuera de Venezuela para incluir a la mayor cantidad posible de los 3.5 millones de votantes que se cree que han abandonado el país.
No obstante, la falta de recursos sólo permitió el establecimiento de pocos centros en 80 ciudades de 30 países, y en los que solo 397.168 votantes pudieron registrarse. En Miami, los venezolanos pueden votar en el Campus en Doral del Miami Dade College, donde están registrados 35,119 venezolanos.
Según las últimas encuestas, Machado debería ganar fácilmente en la votación, dado que el margen del 45% a su favor eclipsa las cifras de un solo dígito de sus rivales. Una encuesta publicada esta semana por la firma Meganálisis también la sitúa derrotando a Maduro en las elecciones presidenciales, por un margen de 54% a 11%.
“María Corina Machado ha conectado con la mayoría de los venezolanos que están hartos del socialismo, y de la omnipresencia del gobierno venezolano en su vida diaria, al que responsabilizan de una crisis social sistémica y del colapso de la economía, de los servicios públicos y derechos fundamentales en el país”, dijo en el informe el presidente de Meganálisis, Rubén Chirinos.
Machado ha sido la candidata de la oposición que ha argumentado con mayor fuerza que los venezolanos no pueden esperar llevar a cabo elecciones libres y justas en el país mientras Maduro esté en el poder, enfatizando el largo historial de fraudes electorales que acumula el régimen.
Durante su campaña para obtener la nominación de la oposición, Machado ha dicho que no cree que el consejo electoral controlado por Maduro admita la derrota del régimen en una elección. Pero dijo que si gana las elecciones primarias, trabajaría con los aliados internacionales de las fuerzas democráticas en Venezuela para obligar a Maduro a aceptar la voluntad del pueblo.
“No he cambiado ni un ápice de mis creencias”, dijo a el Nuevo Herald en una entrevista reciente, al enfatizar que no habrá una solución electoral a la crisis venezolana a menos que Maduro se vea obligado a aceptarla. Los acuerdos firmados en Barbados, brindan renovadas esperanzas de que eso pueda ocurrir.
De ser aplicados adecuadamente, los venezolanos contaría con los instrumentos para mermar el control de Maduro sobre el sistema electoral, luego que el régimen aceptara implementar una serie de reformas electorales, incluida la auditoría del registro de votantes, del que durante mucho tiempo se sospecha que incluye a cientos de miles de votantes fallecidos e inexistentes.
Los acuerdos firmados también invitan a varios observadores internacionales a monitorear las elecciones, entre ellos la Unión Europea, las Naciones Unidas y el Centro Carter. La revisión también buscaría incluir a los votantes que ahora residen fuera del país, la gran mayoría de los cuales se opone al régimen.
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