«Me acaban de citar para mañana ante un juez de ejecución de la tiranía», denunció el lunes 27 de enero José Daniel Ferrer, líder de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), quien fuera excarcelado por el régimen cubano el pasado día 16, tras cuatro años encarcelado bajo constantes torturas físicas y psicológicas.
«¡No voy a ningún lado!», anticipó el opositor. «Si la intención es amenazarme con volver a la prisión, pierden su tiempo. Por la libertad y el bienestar de mi pueblo doy hasta la vida. ¡No me asusta la prisión!», enfatizó, al tiempo que etiquetaba en su denuncia a Donald Trump, al secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, a la Embajada de Washington en La Habana, y a los senadores estadounidenses Rick Scott, así como a la líder opositora venezolana María Corina Machado.
Por su parte, el periodista independiente y exprisionero político Carlos Michael Morales denunció en sus redes sociales que el lunes «todos los presos políticos excarcelados de Villa Clara fueron citados para los tribunales de los respectivos municipios donde residen para comenzar con el acoso, chantajes y represión, la misma política que han aplicado conmigo».
Ferrer, una de las figuras más relevantes de la oposición al régimen cubano y exprisionero político de la Primavera Negra de 2003, fue arrestado en Santiago de Cuba el 11 de julio de 2021, cuando intentaba sumarse a las protestas populares de esa jornada, y mantenido encerrado desde entonces sin apenas acceso a su familia y el mundo exterior.
«Durante los primeros 14 meses no tuve acceso a papel, lápiz ni comunicación con el exterior. Fue un tiempo de tortura psicológica y privaciones extremas», declaró Ferrer a DIARIO DE CUBA.
Explicó que durante su encierro atravesó episodios de sufrimiento físico y mental, incluido un constante zumbido en los oídos, dolores de cabeza severos y alucinaciones que atribuye a posibles sustancias administradas en los alimentos. Aseguró que, aún en contra de sus propias convicciones, llegó a valorar el suicidio, pero decidió no rendirse. «Prefería morir antes que aceptar abandonar el país o quebrar mi compromiso con la lucha por la democracia», afirmó.
Ferrer denunció que fue golpeado en múltiples ocasiones, incluyendo una agresión por parte del jefe de la prisión que le fracturó el tabique nasal. Subrayó la deshumanización del sistema carcelario cubano, en el que incluso los guardias temen represalias por mostrar algún tipo de empatía hacia los presos políticos.
«El régimen busca quebrarnos, pero nuestra convicción sigue intacta», dijo, reafirmando su compromiso con la causa democrática.
Asimismo, el opositor calificó como una burla el reciente proceso de excarcelaciones ofrecido por el régimen cubano como una acción por el Jubileo católico y como gesto ante el Vaticano, pero iniciado luego de que la Administración de Joe Biden retirara a La Habana de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, y paralizado una vez que Donald Trump la devolvió a esa relación de regímenes bajo sanción.
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