Venezuela cuenta con el registro de personal de la salud fallecido por COVID-19 más alto en la región latinoamericana, lo que debería derivar en una alerta y emergencia en plan de vacunación, pero para el régimen es mejor ocuparse de otros asuntos.
Los reportes indican que al menos 549 han muerto.
More than 500 health workers have died in Venezuela since the start of the #COVID19 pandemic, said the nongovernmental organization @MedicosUnidosVehttps://t.co/NTxA5QL9WX
— Médicos Unidos Vzla *Monagas (@MUV_Monagas) May 22, 2021
Jorge Lorenzo, director ejecutivo de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, alega que también la migración venezolana de tantos médicos producen un declive en el área de salud, pero esto no es la excusa para tener los números actuales.
A los bajos salarios se ha ido “agregando el miedo” y, “mucho del personal, sabiendo que irá a trabajar sin materiales o que no lo vacunen”, sencillamente busca otra alternativa laboral, aseguró el director de la ONG, quien agregó que, desde diciembre, “el personal sanitario empezó a hacer otra migración sin salir del país, buscando otras alternativas de trabajo“.
Médicos Unidos por Venezuela: un médico especialista con 25 años de experiencia gana 18 dólares mensuales. Los recién graduados q salen de la UCV, de la ULA o de la Universidad de Carabobo ganan 3 dólares mensuales y tienen q hacer guardias y comprar guantes de su propio bolsillo
— Héctor R BlancoFombona (@hblancofombona) May 22, 2021
“Algunos se fueron al sector privado, otros empezaron a atender pacientes en domicilios y otros se fueron de la salud a trabajar en otra cosa”, subrayó.
Como consecuencia, “hay servicios que antes tenían diez enfermeras en un turno nocturno y ahora tienen una o no tienen a nadie”.
La ONG, desde el inicio de la pandemia, se encuentra en frente de la lucha contra el personal, que a duras penas logran recuperar las vidas de los venezolanos.
«Pero, ¿qué haces teniendo el conocimiento si no tienes el material para protegerte?”, se pregunta Lorenzo. Con este panorama, “la situación es muy grave y hay que tomar decisiones” para frenar el descenso de médicos en el sistema, una ausencia incrementada por la falta de nuevos graduados al haberse cerrado las universidades.
¿Vacunas? Al país llegaron 880.000 dosis, 380.000 Sputnik V y 500.000 Sihphram, una cantidad que alcanzaría para 440.000 personas, es decir, 1,5% de la población, pero solo se ha llegado a cubrir apenas 0,8% de nación, en su mayoría, suministradas a autoridades usurpadoras o enviadas al mercado negro.
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