Si de algo está segura la familia, tanto de la madre Nelandis Oveline Cedeño Giral como del padre Yesmar Nicolás Reyes, así como vecinos de la joven, es que no tenía motivo alguno para atentar contra sí misma. Llegar al final de una importante etapa de sus estudios representaba mucho para ella y para una familia donde la educación es primordial.
Por Infobae
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que dirige el comisario Douglas Arnoldo Rico González, ha sido muy diligente al momento de amenazar a quienes exigieron claridad por la muerte de un dirigente político en el estado Apure. Ahora no es diligente en el atroz suceso que sería un feminicidio, ni le ha preocupado que el funcionario del Cicpc, Víctor Smith, haya intervenido en el caso aun cuando tiene muy cercana amistad con la madre del presunto feminicida.
La investigación apenas la abrieron hace unas horas, es decir, al día siguiente que familia y amigos manifestaron en la plaza Andrés Eloy Blanco de Anaco, frente a la alcaldía, para reclamar justicia y presionaron a través de las redes sociales. El Cicpc por fin decide interrogar a los padres de Yedismar Reyes y después colocaron bajo custodia a Alexander Milano.
Relación tóxica
Yedismar inició una relación con Alexander Milano, quien trabaja en una fábrica de bolsas, y quien nunca se integró a la familia de la joven. “Se mostraba apartado, no quería entrar, ella lo atendía aparte”, revelan a Infobae familiares de la chica fallecida.
“Alexander siempre demostró tendencia narcisista, lo que causaba inquietud en la familia y en sus amistades. Algunas de sus amigas le hicieron ver que no era normal que ese muchacho tuviera obsesión por el control, que la criticara por su aspecto físico o cualquier cosa para golpear su autoestima”.
Una amiga de la joven le dice a Infobae que “Alexander era su primera pareja estable y ella no quería rendirse en intentar que funcionara. Los vecinos de ellos dicen que el papá de Alexander era violento con su mamá y que incluso la amenazó con armas de fuego”.
Se mudaron para un miniapartamento y Yedismar fue comprando los electrodomésticos. “La relación empezó hace unos cinco años, aunque conviviendo tenían año y medio”, dice su familia. Ya hace unos días Milano la habría presionado para que abandonara su trabajo como encargada en un restaurante de comida rápida, donde tenía tres años laborando. “Él le decía que ahí se relacionaba con mucha gente, es decir tenía celos y desconfianza”.
Seis días antes de la muerte de Yedismar, Alexander la presionó tanto que ella accedió a renunciar al trabajo para que cesara el conflicto en la relación e iniciar un emprendimiento juntos.
El sábado 9 de noviembre ellos salen cada por separado. Encontrándose con amigos y familiares Yedismar recibe una foto de un anónimo, donde su pareja, Alexander Milano, estaba con otra mujer en actitud muy cercana.
“Su primo materno la llevó hasta el lugar donde se encontraba Milano. Lo increíble es que Alexander no se sintió descubierto ni se avergonzó, al contrario, siguió abrazado a la chica con la que estaba, mientras avergonzaba a Yedismar, la ridiculizaba, la ofendió, la llamó demente, en un acto muy agresivo contra ella, quien se marchó del lugar”.
Yedismar le dice a su primo que la lleve al miniapartamento para recoger sus cosas, que le pone fin a esa relación. “Así recogió parte de su ropa, especialmente su vestido de graduación y accesorios, así como algunos accesorios, y se fue a casa de su abuela paterna”.
Al amanecer Yedismar y Alexander se comunican y llegan al acuerdo de que ella se llevara el resto de sus pertenencias. “Cuando va al miniapartamento, no sabemos qué pasó; ella estuvo comunicándose con su familia, porque hacía los ajustes para los preparativos de la graduación”.
El domingo 10 de noviembre en la mañana, familiares de Yedismar la llaman para asistir a la Iglesia y ella les responde que se le presentó un inconveniente y debía llevarse lo que le quedaba en el miniapartamento, así le pide apoyo a su familia para que en un vehículo la ayuden a trasladar sus pertenencias. “También estaba en conversaciones con una chica de la zona para fijar cita y hacerse los arreglos de uñas en manos y pies, ya que el martes 12 había un acto de la graduación”.
A las 3:57 de la tarde, su padre habla con ella quien le manifiesta que todo está bien, que solo va al miniapartamento a buscar sus cosas y que luego las llevará a casa de su abuela. Su mamá esperaba a que ella le avisara para llevarle en el carro lo restante del lugar donde había convivido con Alexander Milano. Pero desde entonces nadie más supo de ella.
El video
A pesar de que Anaco es una ciudad pequeña y muchos de los vecinos se conocen entre sí, la familia materna supo de la muerte de Yedismar porque al lugar acuden funcionarios de la Zona 4 de la Policía de Anaco, uno de ellos llama a familia de la joven para decirles que fueran al sitio porque algo había ocurrido.
La noticia corrió por el consternado pueblo. Una de las tías, fue presurosa al lugar, a las 8:30 de la noche, vio muchos funcionarios y vecinos en las afueras. “Alexander estaba en el patio rodeado por la familia. Los policías estaban dentro de la casa, con las puertas cerradas y les dijeron que no podían entrar porque no se podía alterar la escena y debían esperar a que llegara el Cicpc. Nunca los dejaron entrar”.
“Cuando los funcionarios del Cicpc llegan, entraron al apartamento y luego llamaron a Milano y se quedaron ahí. Pasó más de dos horas. Llegó el personal forense y se llevó el cadáver de Yedismar. Los funcionarios se llevaron a Alexander custodiado ‘para que nadie le hiciera daño’ dijeron”.
Desde el principio hubo varios hechos extraños: la celeridad para la autopsia y determinar que fue suicidio. La historia de Milano diciendo que él estaba en la sala del lugar frente a la computadora y que Yedismar se metió a ducharse y que, al rato, cuando él entró al baño, la encontró colgada en la ventana, que ella se subió al balde y de ahí se lanzó.
“El Cicpc ni se preocupó por observar que de esa altura era imposible que Yedismar se hubiese lanzado, además tenía las piernas y los brazos con moretones”.
Lo otro grotesco es que la noche del velorio circuló por el pueblo un video de la joven muerta en el baño, con el cuerpo contorsionado y haciendo énfasis en señalar la sudadera de la que supuestamente se colgó. También circulan fotos en la que está sentada y en la ventana, de la que supuestamente se colgó, hay un teléfono; hay otro teléfono en un muro del baño y el tercer teléfono que hizo la grabación.
“Ninguno de los dos teléfonos que se ven en la grabación son de Yedismar. ¿Quién grabó el video y las fotos y los filtró? ¿Los policías o Alexander Milano? Ninguno de los familiares de Yedismar pudo entrar al lugar, como sí lo hicieron los de Milano”.
Funcionarios policiales le dijeron a la familia que ellos consiguieron a la joven en el piso, porque Alexander Milano dijo que la bajó al encontrarla colgada. Incluso él salió y buscó a un amigo cercano para que supuestamente le ayudara a descolgarla y sentarla en el piso del baño.
Aunado a eso “la madre de Alexander se encargó inmediatamente de decir que Yedismar tenía problemas mentales, lo que es absolutamente falso. No entendemos por qué recurren a esa descalificación contra la muchacha”.
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