El panorama es desolador para la economía venezolana ante el impacto que están causando las sanciones de la OFAC (Oficina de Control de Activos y Bienes Extranjeros) de Estados Unidos dictadas a seis empresas norteamericanas para que cesen sus operaciones en Venezuela hasta diciembre próximo.
Por Ludmila Vinogradoff – ABC DE ESPAÑA
La OFAC, adscrita al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, emitió una nueva licencia para que las empresas petroleras norteamericanas, entre ellas Chevron y Halliburton, que operan en Venezuela, puedan sostener sus actividades hasta diciembre ante una eventual culminación de todas las operaciones.
Las nuevas restricciones son claras: «La perforación, elevación, procesamiento, compra o venta, transporte y envío de cualquier petróleo de origen venezolano o productos derivados» son actividades no autorizadas por la OFAC.
Tampoco están permitidos «el diseño, construcción, instalación, reparación o mejora de cualquier pozo, instalaciones o infraestructura en Venezuela, así como la compra o provisión de bienes o servicios, excepto lo requerido por seguridad». Además, incluye la prohibición de la compra-venta de diluyentes para producir gasolina.
«Las pusieron a jugar banco», dijo a ABC el especialista José Toro Hardy al referirse a las multinacionales norteamericanas como Chevron que tienen un plazo hasta diciembre para hacer sus maletas a menos que se produzca antes un cambio de gobierno en ese tiempo.
«Venezuela ha colapsado y está tocando fondo», añade el experto petrolero con las ultimas sanciones de la OFAC. Y el país ha colapsado porque el 97% de los ingresos en divisas provienen de la industria petrolera nacional, Pdvsa. Una vez destruida Petróleos de Venezuela, el país cae en la nada.
Ya lo decía el escritor Arturo Uslar Pietri, «si no sembramos el petróleo y desaparece la industria, tendremos a la Cruz Roja repartiendo sopa en cada esquina para alimentarnos». Y es tal cual lo pronosticó hace dos décadas el autor de «Canaima» y «Lanzas Coloradas».
Pero Nicolás Maduro no cree en los malos augurios de la caída petrolera, y ha asegurado: «El petróleo venezolano llegó a 10 dólares, pero estamos preparados y a Venezuela no la detiene ni petróleo a 10 dólares ni a -10 dólares, Venezuela va a seguir con resistencia, y con aguante su camino, dentro de la cuarentena de paz, de trabajo y atención».
Subida de precios desbocada y recesión
Las sanciones petroleras de Estados Unidos vienen a sumarse a la tragedia de Venezuela que ha provocado el coronavirus. La caída de la producción nacional de 3,2 millones hace 20 años a menos de 500.000 barriles hoy día, se añade a la caída de los precios a menos de cero por el barril en los mercados a futuro.
El FMI anunció sus proyecciones para 2020 y 2021, ya considerando los efectos del Covid-19. Para Venezuela proyecta que la tasa de inflación de 2020 será del 15.000% y que la economía caerá un 15% (previamente proyectaba una caída de 10%). América Latina: PIB: -5,2% Inflación: 6,2%
Todo este panorama conspira en contra de Maduro, aunque aparenta que no le afecta. «Maduro se podría aprovechar del coronavirus si tuviera como para aferrarse al poder, pero el problema es que no tiene cómo», sentencia Toro Hardy al mostrar que el país está en ruinas, colapsado y tocando fondo.
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